Una majorera y dos grancanarios residentes en el archipiélago de Mayotte han contado en La Radio Canaria cómo afrontan los días tras el paso del ciclón Chido.
El archipiélago francés de Mayotte, ubicado en el océano Índico, fue arrasado por el ciclón tropical Chido el pasado 14 de diciembre. Desde entonces, los canarios Sandra Cabrera, Francisco Benítez y Chahida Asousi esperan a ser evacuados. En el programa Canarias Al Cierre de La Radio Canaria, los tres profesores, residentes en la isla Petite-Terre, han narrado las consecuencias que ha dejado el desastre natural y la angustia por la que están pasando. Alertan de que la situación es crítica, sin agua, sin luz y prácticamente sin alimentos.
Según las palabras de Sandra Cabrera, el ciclón ha transformado su casa en escombros. A causa de la tormenta, que se mantuvo desde las 8.00 horas hasta las 14.00 horas, su vivienda ha quedado sin techo, sin ventanas y con los muebles destrozados. “Pensábamos que en cualquier momento el edificio se iba a caer. La sensación era como de un terremoto”, ha relatado.
La majorera ha explicado que lo más impactante es la imagen que ha quedado después de lo ocurrido. El paisaje se encuentra cubierto de chabolas derruidas, árboles arrancados de raíz y coches bajo los escombros. «No hay techo, no hay árboles, no hay casas. Los coches están sin cristales y los postes de electricidad están caídos», ha descrito. En este sentido, ha afirmado que el caos es tal que hay familias con niños que llevan incluso cuatro días sin comer.
Además, se ha mostrado preocupada en cuanto a la situación de sus alumnos. Sandra enseña a más de 300 estudiantes y apenas sabe nada de ellos, ya que muchos residen en las zonas más afectadas y permanecen incomunicados.
«Sigo teniendo esa sensación de miedo cada vez que salgo a la calle»
Por su parte, Francisco Benítez y Chahida Asousi residen juntos. Benítez ha explicado que, a diferencia de Sandra, su hogar ha sufrido menos daños. Ha agradecido que el viento tan solo levantara un tercio del techo del apartamento. Sin embargo, lo que más le inquieta es la falta de información sobre las zonas más devastadas. Ha explicado que los fallos eléctricos y en la cobertura de internet han dificultado enormemente las comunicaciones. «Trato de ahorrar toda la batería posible en el móvil para contactar con mi familia. No quiero malgastarla», ha contado.
Para Chahida, la situación es todavía muy angustiante. Tras seis días desde el paso de Chido, aún sigue sintiendo la misma sensación de devastación. «Sigo teniendo esa sensación de miedo cada vez que salgo a la calle. Y lo peor no es lo que hemos visto, sino lo que se va a descubrir poco a poco», ha comentado. Tanto ella como sus compañeros intentan mantenerse optimistas y confían en que el Gobierno español encuentre una solución que les permita salir de la isla. No obstante, no tienen indicios de que vaya a ser así pronto.
Canarios esperan a ser evacuados
La evacuación de los afectados por el ciclón, según Sandra Cabrera, sigue sin concretarse debido a la falta de coordinación y claridad en los protocolos establecidos. Ha afirmado que, por el momento, el Gobierno de España no ha contactado directamente con ellos. «La única información que recibimos es que las decisiones las toma el Estado francés«, ha declarado. Aunque se ha priorizado la evacuación de personas vulnerables, como familias con niños, embarazadas y enfermos, el proceso es caótico. La profesora ha expuesto que gran parte de los incluidos en la lista de traslados no es consciente de ello y otra buena parte ocupa plazas sin estarlo. Esto, sumado a la incertidumbre sobre la reanudación de vuelos comerciales, los mantiene a la espera de una solución.