Un joven de 22 años irá a la cárcel tras robar a turistas efectos valorados en 4.000 euros en Corralejo, Fuerteventura. Fue detenido por la Guardia Civil el pasado 2 de septiembre, acusado de un delito de hurto y otro de robo en grado de tentativa
Un juez ha enviado a prisión a un hombre de 22 años, con numerosos antecedentes contra el patrimonio, que fue detenido por la Guardia Civil de Corralejo a principios de septiembre tras robar a unas turistas alojadas en un apartamento vacacional efectos valorados en 4.000 euros y forzar otra vivienda cercana para perpetrar un nuevo hurto, intento que se frustró al ser sorprendido cuando trataba de salir por una ventana.
Por ambas actuaciones, el detenido está acusado de un delito de hurto y otro de robo en grado de tentativa, según ha informado este sábado el instituto armado en un comunicado.
La versión policial sostiene que, en un primer momento, el hombre accedió de madrugada al interior de un apartamento vacacional donde dormían dos mujeres y sustrajo del interior una maleta, ropa, zapatillas, una cartera con documentación personal y dinero en metálico en euros y libras, todo valorado en unos 4.000 euros.
Un día después, fue detenido «in fraganti» cuando sustraía herramientas en un cuarto trastero de una vivienda cercana a la anterior, ambas situadas en la localidad de Corralejo.
Las víctimas del primer robo se despertaron al escuchar ruidos en la vivienda, lo que les permitió percatarse de que una persona revolvía la casa frente a ellas, por lo que llegaron a quitarle el gorro que llevaba puesto, que usó para no ser identificado por las cámaras de videovigilancia del apartamento, si bien no pudieron retenerlo en el lugar, del que huyó con los objetos sustraídos.
Captado por las cámaras
Sin embargo, tras el visionado de esas cámaras los agentes constataron que el detenido regresó dos horas después al apartamento, al que accedió tras escalar un muro de más de un metro y medio de altura, para llevarse una zapatilla que se le había quedado atrás, lo que facilitó ver su rostro y las pesquisas policiales para identificarle.
Cuando aún se trataba de localizarle, las denunciantes de este primer robo alertaron a la Guardia Civil de que desde su apartamento habían visto a la misma persona merodeando una vivienda situada a escasos 20 metros, lo que propició que se activara un dispositivo urgente de búsqueda del individuo, a quien finalmente se pudo detener cuando trataba de salir por una ventana de un cuarto de herramientas que había forzado desde el interior con una cizalla.
La batida posterior realizada por los agentes por los alrededores fue satisfactoria para las víctimas, ya que se encontró la maleta con la ropa, el ordenador portátil y las llaves de la vivienda en un centro comercial abandonado.
El rastro de la señal GPS permitió confirmar que los teléfonos móviles de las denunciantes también habían sido escondidos en las inmediaciones de la vivienda del detenido. Junto con las diligencias instruidas, pasó a disposición del juzgado de guardia de Puerto del Rosario, cuyo titular decretó para él prisión comunicada.