El jefe y su mujer sometían a las dos empleadas a «un continuo y reiterado trato humillante y ofensivo»
El Tribunal Supremo confirma las condenas de hasta 2 años y 7 meses de prisión al jefe de una empresa y a su mujer por someter a «un continuo y reiterado trato humillante y ofensivo» a dos empleadas que eran pareja. Asimismo, al jefe, junto a otro más, también le han condenado por abusar sexualmente de una de ellas.

La sentencia declara que desde marzo de 2017, el delegado de la empresa en Gran Canaria y su mujer «a sabiendas y prevaliéndose de su posición» jerárquica «sometieron» a las dos empleadas «a un continuo y reiterado trato humillante, ofensivo y despreciativo menoscabando su integridad psíquica».
Se dirigían a ellas con insultos
Les obligaban cada día a desayunar y comer en el lugar que ellos decidieran y por el tiempo que así estimaran; también a formar parte de un chat en el que debían enviar un mensaje de buenos días 5 minutos antes de entrar a la oficina. Además, debían también contestar a un mensaje por la noche «so pena de ser recriminadas al día siguiente» e incluso «amenazadas con ser despedidas».
Además, se dirigían a ellas de esta forma: «paquetes», «caras amargadas», «lo que necesitas es echar un buen polvo», «mal follada».
El jefe «sometió» a una de ellas «a frecuentes insinuaciones de carácter sexual»
Los condenados, creyendo que ellas eran pareja, les dijeron que tenían que poner fin a su relación, que no podían ser amigas, hasta el punto de exigírselo dando golpes en la mesa en un despacho.
Pero es que, además, entre marzo de 2017 y febrero de 2018, el jefe «sometió» a una de ellas «a frecuentes insinuaciones de carácter sexual». De hecho, en una ocasión, estando sentada en la oficina, se acercó por detrás y le acarició sus pechos con la mano.
El delegado de la empresa en Tenerife
El tercer condenado, que es el delegado de la empresa en Tenerife, en un viaje a Las Palmas de Gran Canaria, enseñó a una de ellas una foto salido de la ducha y la recriminó que «sólo estás con mujeres». Tras ello, la propuso irse de fiesta y luego a un hotel. Ella se negó.
Pero la cosa fue a más porque el jefe de Tenerife pidió permiso a la otra trabajadora para salir con su pareja. Incómoda por la situación, una de ellas se fue al baño y al salir, el condenado la agarró del brazo, la abrazó por detrás, y se rozó con ella.
2 años y 7 meses de condena
El Juzgado de lo Penal de Las Palmas de Gran Canaria condenó al jefe de la provincia oriental a 2 años y 7 meses de prisión por delitos de abuso y acoso sexual; a su pareja, a 8 meses por acoso laboral y al jefe de la provincia occidental, a 1 año y 8 meses de cárcel por abuso sexual, un fallo que ratificó íntegramente la Audiencia de Las Palmas.
Y ahora el Supremo confirma la sentencia destacando, entre otras cuestiones, que «el tocamiento de una zona erógena, como el pecho de una mujer, es un acto de contenido sexual». «Se trata de una acción de naturaleza sexual inconsentida, sorpresiva, que requirió de un consentimiento que, al no constar probado, supone un ataque a su libertad sexual de decidir y aceptar ese tocamiento».