Las canchas del Instituto Eusebio Barreto de Los Llanos de Aridane continúan siendo el albergue de muchas mascotas que no han podido reunirse con sus dueños
Desde que comenzara la erupción volcánica, la protectora Benawara se ha encargado de cuidar de cientos de animales. Casi nueve meses después, las canchas del Instituto Eusebio Barreto de Los Llanos de Aridane sigue siendo el albergue para las mascotas que no han podido reunirse con sus dueños.
Durante este tiempo, los voluntarios han atendido a los animales que perdieron su hogar y se separaron de sus familias. Una labor que ha sido reconocida con la Cruz de Plata al Mérito de la Guardia Civil.
«Que te reconozcan una labor que has hecho de corazón sin pensar en lo que vendrá después, si no en tener que sobrevivir en el día a día. Lo hicimos lo mejor que pudimos, porque nadie estaba preparado para un volcán», dice Esther Campos, responsable de la Protectora Benawara.
Sin embargo, la protectora debe abandonar las instalaciones del Instituto en las próximas semanas. Demandan ayuda económica para seguir realizando este trabajo.
«Tenemos muchos animales que nadie los ha reclamado y no tienen chip. Otros los han cedido, porque no sus familias no se los podían llevar y tenían que buscar una solución. Todos esos animales están con nosotros», subraya Esther. Además, añade que ahora irán a un terreno cuyas labores de limpieza han tenido que costear desde la protectora. «Empezamos de cero. Todo lo que vamos a montar en la nueva ubicación se tiene que costear. Lo que necesitamos es financiación económica».
Un centenar de animales que siguen recibiendo el cuidado de los voluntarios mientras esperan su segunda oportunidad.