Las Fiestas Lustrales de la Bajada de la Virgen de Las Nieves recibe el reconocimiento de Bien de Interés Cultural
Las Fiestas Lustrales de la Bajada de la Virgen de Las Nieves han recibido el reconocimiento definitivo como Bien de Interés Cultural, con categoría de BIC Inmaterial, tras el impulso realizado en los últimos meses por el Cabildo.
Tras cuatro años desde que se iniciara el expediente por parte de la institución insular, ahora se ha logrado que la Comisión de Pleno del Consejo de Patrimonio Cultural de Canarias haya dado la aprobación a este reconocimiento, según informa el Cabildo de La Palma.
Ha sido en su sesión plenaria de este lunes, contando con la asistencia del consejero insular de Cultura y Patrimonio Histórico, Pablo Díaz Cobiella, cuando se ha materializado esta decisión enmarcada en el reconocimiento en la categoría de bien inmaterial en las categorías de artes del espectáculo, usos sociales, rituales y actos festivos, así como aprovechamiento específico de los paisajes naturales.
El BIC para la Bajada de la Virgen también se enmarca en categorías de formas de socialización colectiva y organizaciones, así como manifestaciones sonoras, música y danza tradicional.
El presidente del Cabildo de La Palma, Sergio Rodríguez, destaca que, las puestas en escena, la riqueza artística, participación ciudadana, la creatividad y sobre todo al convertirse en una de las manifestaciones más representativas del patrimonio festivo canario y nacional hacen «merecedora» a esta fiesta de este reconocimiento.
Fiesta representativa de La Palma
Además, el presidente indica que la evolución histórica, social y cultural del territorio palmero está estrechamente ligado a las representaciones festivas vinculadas a la fiesta lustral. Conformando parte del carácter del palmero y de la palmera, y que establece hasta una medida de tiempo en la espera de la celebración de cada una de sus ediciones.
Ahora, recalca Sergio Rodríguez, como BIC, las Fiestas Lustrales reciben una categorización distinta que le permite seguir manteniendo las tradiciones y favorecer su estudio y conservación a la vez que se garantiza la preservación.
Por su parte, Pablo Díaz Cobiella destaca que este reconocimiento es «un momento histórico en el que se honra una fiesta ideada y construida por los palmeros y las palmeras«.
Además, hace hincapié en que desde el Cabildo se ha puesto «todo el ímpetu» para que esto se produjera después de varios años «en los que no se impulsaba lo suficiente».