El hombre se sentía indispuesto por ingerir un total de 985,5 gramos, que terminó expulsando a los cinco días
La Guardia Civil ha informado este viernes de la detención en el aeropuerto de Gran Canaria de un pasajero procedente de Brasil que portaba 72 envoltorios de cocaína en su interior, de unos 14 gramos aproximadamente cada uno, que en total hacían 985,5 gramos.
Aunque estaba previsto que el vuelo aterrizase en Madrid, tuvo que hacerlo de emergencia en Gran Canaria porque el detenido se encontraba indispuesto, bajo sospecha de que uno de los envoltorios de cocaína se podría haber roto, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado.
Fue la Sección de Fiscal y Fronteras de la Guardia Civil del Aeropuerto de Gran Canaria, en coordinación con Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en Las Palmas, la que detuvo el pasado día 11 de diciembre al pasajero, de 30 años, procedente de un vuelo de Sao Paulo (Brasil), como presunto autor de un delito contra la salud pública.
La Guardia Civil recibió la alerta de que un avión procedente de Sao Paulo-Brasil con destino Madrid aterrizaría de emergencia en el Aeropuerto de Gran Canaria debido a la indisposición de un pasajero.
Por ello, La Guardia Civil se acercó hasta el lugar donde estacionó el avión con una ambulancia para realizar el traslado urgente de la persona que se encontraba indispuesta y sospecharon que podría encontrarse intoxicada por la rotura de uno de los envoltorios de cocaína que se había introducido en el interior de su cuerpo.
El detenido manifestó que desconocía la cantidad de bolsas en su interior
Además, la Guardia Civil acompañó al viajero en ambulancia hasta el Hospital Insular de Las Palmas, donde las pruebas médicas arrojaron como resultado el alojo de cuerpos extraños en el interior del individuo, por lo que se procedió a su detención.
Tras 5 días de ingreso hospitalario, el autor de los hechos expulsó la cantidad de 72 bolas de cocaína y manifestó que desconocía la cantidad exacta de bolas en su interior.
El detenido fue entregado en el Juzgado en funciones de Guardia de Telde y posteriormente ingresó en prisión por orden judicial.
Asimismo, la Guardia Civil advirtió del peligro letal que puede suponer el transporte de cualquier tipo estupefaciente en el interior del organismo ante la posible rotura del envoltorio, además de las consecuencias penales por la comisión de un delito contra la salud pública.