Se habrían sustraído unos 4.000 kilos de un valor aproximado de venta de 40.000 euros
La Guardia Civil detuvo este viernes a cinco personas como presuntas autoras del robo continuado de lubinas de las jaulas marinas de acuicultura situadas en las proximidades de la playa de Los Cristianos, en el municipio tinerfeño de Arona.
El cuerpo de seguridad ha estimado que en total podrían haber sustraído unos 4.000 kilos de un valor aproximado de venta de 40.000 euros. Por otro lado, a los detenidos, de entre 38 y 70 años y vecinos de Granadilla de Abona y Arona, se les acusa de un delito continuado de hurto y otros de receptación.
Venta a restaurantes de la isla
La investigación se inició al tener los agentes conocimiento de la posible sustracción de peces, lo que implicaba unas consecuencias económicas y un gran riesgo para la salud de los consumidores al no pasar ningún tipo de control sanitario.
Durante la investigación se pudo reconstruir la manera de actuar de los supuestos autores. Estos aprovechaban los días de captura realizados por la empresa propietaria de las jaulas marinas, y durante las operaciones de descarga en el muelle, sacaban con un vehículo parte de la captura del recinto portuario.
Posteriormente procedían a la venta de dicha mercancía a terceras personas que, sin ningún tipo de factura que pudiese acreditar su legal pertenencia, presuntamente lo comercializaban en varios restaurantes de la isla.
Los agentes desplegaron un dispositivo de control y seguimiento en las inmediaciones del muelle de Los Cristianos y se observó que, tras atracar el barco de la empresa y descargar el pescado, cuando todos los ocupantes abandonaban las instalaciones del muelle, dos de los trabajadores regresaban y se introducían nuevamente en el barco.
Seguidamente descargaban el pescado en mochilas y bolsas plásticas que introducían en el vehículo que utilizaban para dirigirse a la zona de los restaurantes implicados.
Tras seguir el vehículo, los agentes observaron que llegaban a la puerta de uno de los restaurantes donde dejaban parte del pescado sustraído y descargaban el resto en la vivienda de un familiar del propietario del otro restaurante implicado. En este momento, los agentes intervinieron para identificar a los implicados.
En esa actuación fueron decomisados 120 kilos de pescado, pudiendo ascender el total de lo sustraído a 4.000 kilos y un valor aproximado de venta de 40.000 euros.


