Los voluntarios que trabajan en el entorno del campamento para migrantes de Las Raíces, en Tenerife, aseguran que algunos migrantes están siendo víctimas de explotación sexual
La Policía Nacional está investigando dos denuncias interpuestas por presuntos abusos sexuales a migrantes acogidos en el campamento de Las Raíces, en La Laguna, en Tenerife, según ha informado la Delegación del Gobierno en Canarias.
La asociación altruista Hay Raíces, que trabaja por su cuenta en el exterior de la instalación para facilitar alimentos y ropas a los inmigrantes, ha dado a conocer públicamente estos casos, de los que responsabilizan a individuos que se hacen pasar por voluntarios para aprovecharse sexualmente de inmigrantes en situación de vulnerabilidad.
Aunque los agentes de la Policía reconocen que les gustaría hacer algo, consideran que no hay delito al ser un intercambio sexual entre individuos mayores de edad, ha comentado a Efe Lucía Rodríguez, una de las portavoces de la asociación, quien denunció personalmente uno de estos casos.
«Los migrantes no se atreven a denunciar»
Los migrantes, en su mayoría marroquíes, no se atreven a denunciar, porque al estar en situación irregular tratan de evitar cualquier problema con las autoridades, según Lucía Rodríguez.
Precisamente estos casos de presunta explotación sexual y la falta de eco de sus denuncias es lo que explica el origen de la asociación, formada por un grupo de voluntarios que acuden desde hace dos años al exterior del campamento para dar comida y ropa a los inmigrantes.
Pronto descubrieron que había otro tipo de personas que se hacían pasar por voluntarios, que ofrecían ropa y comida a los internos, los subían a sus coches, los llevaban a lugares apartados. Entonces condicionaban la ayuda a que mantuvieran relaciones sexuales con ellos.
La propia voluntaria fue testigo de uno de estos intentos cuando estaba apostada una tarde en el exterior del recinto intentando recabar prueba. Vio a un hombre que desde un coche preguntó a un inmigrante si necesitaba algo y, cuando este le contestó que precisaba «fuego» para encender un cigarrillo, le ofreció un mechero a cambio de una felación.
Lucía Rodríguez intentó denunciar estos hechos en la Policía, con sus nombres y apellidos y DNI, y ante la falta de resultados los voluntarios decidieron asociarse y formar Hay Raíces para denunciar estos presuntos abusos como una ONG.
Uso de una casa abandonada
Este es solo uno de los muchos casos de que tiene constancia la asociación, que tiene localizada una casa abandonada en las proximidades del campamento en la que hay colchones y sábanas y a la que supuestamente son llevados inmigrantes para realizar prácticas sexuales después de suministrarles alcohol y drogas, según relata la portavoz. Hay Raíces ha comunicado estos presuntos casos de explotación sexual a la ONG que se encarga de la gestión del campamento, Accem.
Una portavoz de la Delegación del Gobierno ha informado este martes de que hay dos denuncias interpuestas por estos casos y que la Policía Nacional «está investigando».
«La entidad que lleva el campamento junto con el Ministerio (de Inclusión Social y Migraciones) tiene un protocolo para cuando hay casos de este tipo. Además de darles formación al respecto dentro del centro, acompañamos a las personas que pudieran estar afectadas a la Policía», ha indicado la Delegación del Gobierno.
Intervención del Diputado del Común
El Diputado del Común, Rafael Yanes, se reunirá el próximo viernes con los voluntarios de la ONG Hay Raíces. Es la Ong que ha denunciado una situación de presunta explotación sexual en el entorno del centro de internamiento para migrantes de Las Raíces, en Tenerife.
La ONG ha alertado de que algunas personas aprovechan la situación de vulnerabilidad de los usuarios del campamento. Lo hacen para ofrecerles ropa, dinero, alcohol o drogas, a cambio de sexo.
Se trata de migrantes vulnerables que después de haber sobrevivido al tránsito de la ruta de la migración de Canarias, estarían siendo presuntamente obligadas a prostituirse.
«Les ofrecen dinero, ropa o comida a cambio de sexo»
Los voluntarios que trabajan en el entorno del centro de Las Raíces han reunido pruebas que demostrarán la realidad de su denuncia. «Nosotros tenemos pruebas de conversaciones, fotos de personas que vienen aquí a abusar de ellos, a ofrecerles dinero a cambio de sexo», ha explicado a Televisión Canaria, Zeben Expósito, Voluntario de la ONG Hay Raíces.
Mientras las víctimas, guardan silencio por miedo y vergüenza, estarían siendo forzados a ejercer la prostitución. En España, obtener un beneficio económico y aprovechar la vulnerabilidad de una persona con fines de explotación sexual está castigado penalmente.