La soledad no deseada afecta a uno de cada cuatro jóvenes en España según un estudio impulsado por la Fundación ONCE
La soledad no deseada afecta actualmente a uno de cada cuatro jóvenes en España. El 25,5% de entre 16 y 29 años, pero la cifra roza el 70% si se suman los que la han sentido en algún momento de su vida.
Son datos de un estudio del Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada ‘SoledadES’-impulsado por la Fundación ONCE– en colaboración con Ayuda en Acción, que se basa en una encuesta realizada a 1.800 personas de entre 16 y 29 años.
La soledad no deseada alcanza más a las mujeres de entre 22 y 27 años, a desempleados, a jóvenes en riesgo o situación de pobreza, a los que han sufrido acoso escolar o laboral, tienen mala salud física o mental, con discapacidad, de origen extranjero o del colectivo LGTBI.
Cifras por edad y sexo
Dos de cada tres jóvenes de entre 16 y 29 años -el 69 %- se sienten solos o se han sentido así en algún momento de su vida. El 25,5 % de los jóvenes siente soledad en la actualidad.
La soledad no deseada alcanza los valores máximos en las franjas centrales de la juventud, entre los 22 y los 27 años, con cifras que rebasan el 30 %. Es más frecuente entre las mujeres jóvenes (31,1 %) que entre los hombres de la misma edad (20,2).
No es un fenómeno puntual o pasajero, la mitad de los jóvenes que se sienten solos llevan sintiéndose así desde hace más de tres años (45,7 %). El 75,8 % desde hace más de un año. Ocurre especialmente por la noche, un 30,5 %, y con frecuencia, el 71,4 por ciento.
Cuestiones relacionadas
Con el acoso escolar y laboral, afecta más a chicos con soledad. Lo han sufrido un 58,1 % de los jóvenes con soledad, frente al 32,1 % que no la sienten.
Con los estudios: los universitarios tienen los niveles más bajos de soledad, es 10 puntos superior en los que han repetido curso. Y se observa una relación con el abandono escolar temprano y con el rendimiento académico bajo.
Con el desempleo: los jóvenes en paro tienen una prevalencia de la soledad 5 puntos por encima que los que estudian o trabajan.
Con la pobreza: tener dificultades para llegar a fin de mes elevan la probabilidad de sentir soledad en un 38,5 %.