Algunos locales han comenzado a exigir el certificado y covid y otros prefieren esperar a que les resuelvan algunas dudas antes de pedirlo
Pese a que el certificado covid ya es una realidad implantada en el archipiélago. Canarias arranca este fin de semana cargado de comidas y cenas navideñas con una respuestas desigual a la hora de exigirlo.
En Gran Canaria y Tenerife, muchos empresarios esperarán a que ambas islas entren en Nivel 2 para solicitarlo. Eso sí, en algunos establecimientos, muy pocos aún, ya lo piden. Para aquellos que lo exigen, las ventajas son considerables, como poder cerrar una hora más tarde o ampliar el aforo.
En Tenerife, muchos bares y restaurantes ya exigen el documento a los clientes. Es el caso de María del Pilar Hernández, propietaria del Boutique del Pan, que afirmaba que su clientela ha sido muy comprensiva.
En Gran Canaria, sin embargo, hay establecimientos que lo piden, pero hay algunos que van a esperara al día 15, cuando cambian las exigencias de cada nivel. Es el caso, por ejemplo, del Bodegón Lagunetas en Triana. Su dueña, Luz Marina Suárez, afirmaba: «aun no hemos decidido que hacer. A la vez lo veo bien, porque también nosotros estamos en primera línea y nos da seguridad», y añadía: «sabemos que tiene su beneficio, pero entendemos que es dificil de controlar».
Las dudas hacen esperar a los locales antes de decidir la aplicación
Esas dudas son las que han llevado a las zonas comerciales abiertas a pedir a Sanidad una solicitud de consulta vinculante para que aclare qué se debe hacer con el certificado cuando algún usuario se niegue a entregar la documentación.
También hay otra duda para algunos establecimientos y es que hacer con las plantillas. «Lo que no tiene sentido es que tengamos a alguien empleado que no sepamos si se ha vacunado y al mismo tiempo tengamos que exigirle a la gente que nos vista el certificado covid», aseguraba Carlos Bethencourt, presidente de la Federación de Zonas Abiertas de Gran Canaria «Fecogranca».
Mientras reciben esa respuesta, los locales que todavía no exigen el certificado se adaptan a los nuevos niveles, limitando aforos y controlando las medidas de seguridad.