Observaciones realizadas con el Gran Telescopio Canarias, por el Instituto de Astrofísica de Canarias y la Complutense han revalidado el asteroide descubierto el año pasado
El Instituto Astrofísico de Canarias (IAC) junto con la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha observado y descrito por primera vez el objeto 2023 FW14. Un asteroide troyano que comparte órbita con Marte. Este tipo de asteroides son cuerpos menores del sistema solar que comparten la órbita de un planeta.
Con este, el planeta rojo ya cuenta con 17, aunque la mayoría parecen haber acompañado al planeta desde la época de su formación. 2023 FW14 alcanzó su trayectoria troyana hace un millón de años aproximadamente. Es posible que la abandone en unos 10 millones de años, según los resultados numéricos obtenidos.
Origen por determinar
En el caso de 2023 FW14, las simulaciones numéricas confirman que se trata de un troyano L4. Es decir, que precede a Marte. Lo convierte en el segundo conocido junto con el asteroide 1999 UJ7.
“Mientras que la evolución orbital de los 16 troyanos previamente conocidos parece estable a largo plazo, la del nuevo no lo es”. Explica Raúl de la Fuente Marcos, investigador del Departamento de Física de la Tierra y Astrofísica de la UCM que ha liderado el estudio.
“Hay dos posibilidades con respecto a su origen. Podría tratarse de un fragmento del troyano 1999 UJ7 o haber sido capturado de la población de asteroides cercanos a la Tierra que cruzan la órbita de Marte”, añade.
Composición
El espectro obtenido con el Gran Telescopio Canarias, situado en el Observatorio del Roque de los Muchachos en la isla de La Palma, también ha permitido conocer su composición química, mostrando nuevas diferencias con respecto al resto de los troyanos de Marte.
“Aunque el espectro de 2023 FW14 obtenido con el GTC es algo diferente al del otro troyano L4, 1999 UJ7, ambos pertenecen el mismo grupo composicional y son asteroides de tipo primitivo, en contraste con los troyanos L5, todos de tipo rocoso, ricos en silicatos”, comenta Julia de León, investigadora del IAC y coautora del artículo.
La ampliación de la lista de troyanos de Marte permite ahondar en el conocimiento de estos objetos. Cuya existencia fue propuesta inicialmente a partir de cálculos matemáticos. “Estudiar troyanos reales frente a los predichos matemáticamente nos permite evaluar la fiabilidad de nuestros modelos teóricos”, concluye De la Fuente Marcos.