Aunque obtuvo la victoria, el Villarreal desperdició una oportunidad para viajar con un marcador holgado a Londres
El Villarreal desperdició una oportunidad para viajar con un marcador holgado a Londres. Este ganó por 2-1 el encuentro ante el Arsenal, pero dejó vivo a un rival que manejo bien el balón en algunas fases del choque.
La primera mitad la dominó el equipo local y se resolvió con un 2-0. A pesar de que en la segunda parte el equipo no brilló, la expulsión de Dani Ceballos a media hora del final, no premió al conjunto que jugaba con once y el Arsenal, con un gol de penalti y tras la expulsión de Capoue, se marchó de La Cerámica con un 2-1 esperanzador.
El partido se abrió en la primera llegada del Villarreal a portería de Leno con un disparo cruzado de Manu Trigueros a pase de Chukwueze. Este dio paso a una fase de un cierto dominio territorial del Arsenal. No obstante, el equipo inglés no se mostraba profundo en sus ataques.
Poco a poco, el Villarreal niveló las fuerzas y el juego durante la media hora inicial del choque. Esto gracias a su capacidad para sacar el balón y para neutralizar los ataques del rival, tímidos en su mayoría, pero que en cualquier momento podían equilibrar el choque.
A la media hora de juego, un córner sacado por Parejo fue prolongado por Gerard y Albiol, solo en el segundo palo, amplió la ventaja con un segundo gol que marcada unas diferencias en ele marcador sustanciales para el equipo de casa.
A partir de entonces, el Villarreal se mostró más confiado y el equipo londinense atravesó una fase de dudas, lo que no impidió que Pepé fuera derribado en el área local. Aunque el árbitro pitó penalti, el VAR mostró que se había llevado el balón con la mano y se señalizó esta falta. De ahí al descanso, hubo más presencia ofensiva de los locales que de los visitantes.
El Villarreal se armó en el centro del campo tras la entrada de Coquelin por Alcácer tras el descanso, lo que no impidió que en los minutos iniciales de la reanudación se jugara cerca de la meta de Rulli, aunque sin que el meta argentino viviera situaciones de apuro a pesar que su equipo estaba demasiado metido en su campo.
Cuando mejor se mostraba el Arsenal, una falta de Ceballos sobre Parejo supuso la expulsión del jugador español del equipo inglés, lo que dio paso a una media hora final en la que la ventaja en el marcador y la superioridad numérica ponían el partido muy de cara para los hombres de Unai Emery.
La expulsión permitió que el Villarreal recuperara el balón que había perdido desde el descanso y propició un nuevo escenario. El Villarreal tenía la posibilidad de ampliar su ventaja y convertir el marcador en goleada, mientras que el Arsenal no podía renunciar a meterse en la eliminatoria con un gol a domicilio.
En el ecuador de la segunda parte, el Villarreal no había conseguido hacerse con el partido y, además, un penalti señalado a Trigueros sobre Saka, transformado por Pepé, dio vida a un Arsenal que hasta entonces había sido incapaz de crear peligro ante la meta del equipo local, pero se había mostrado muy capaz de mantener el balón.
Poco después el encuentro se niveló con la expulsión de Capoue y entró en los diez minutos finales con las fuerzas parejas en un tramo final nivelado a pesar de la ventaja que había tenido el conjunto local hasta el descanso. Al final, el Arsenal se marchó más contento que los locales de La Cerámica.