El ejercicio aéreo SIRIO 24 celebrado en Gran Canaria al que ha asistido Felipe VI simula las fases de combate en una misión
El Rey Felipe VI ha viajado este miércoles hasta la Base Aérea de Gando, en Gran Canaria, para asistir al ejercicio SIRIO 2024, que lleva a cabo el Ejército del Aire y del Espacio, pudiendo conocer todas las singularidades de esta práctica en la que se simulan las fases de combate durante una misión que se desarrolla entre un tiempo de paz y progresa hasta la situación de hostilidad.
Felipe VI ha llegado a primera hora de este miércoles a la Base Aérea de Gando donde, acompañado por el Jefe del Estado Mayor del Aire, el teniente general del Ejército del Aire y del Espacio, Francisco Braco Carbó, ha asistido a un piquete de honores y posteriormente a un briefing donde se le ha explicado todo el proceso de SIRIO 24, que se realiza desde el 21 de octubre y concluirá el día 31 del mismo mes.
1.500 aviadores y 35 aeronaves
En el briefing, el Rey ha podido conocer que este ejercicio, el más importante para el Ejército del Aire, ha desplegado a unos 1.500 aviadores y 35 aernoaves pertenecientes al Ala 11, Ala 12, Ala 14, Ala 15, Ala 23, Ala 31, Ala 35, Ala 46, Ala 48, CINTAER, EADA, EDHEA, EZAPAC, GRUALERCON, GRUCEMAC, GRUMOCA, GRUNOMAC, SEADA y a la Escuadrilla Plus Ultra de la Guardia Real.
Asimismo junto a ellos participan miembros del Ejército de Tierra, de la Armada Española y de la Fuerza Aérea Portuguesa, pertenecientes al 201/301 Fighter Squadron (F-16M).
Todo ello para adiestrar a los pilotos ante una situación de combate que en este ejercicio simula un conflicto entre Feroxia y Bluceronia por el control de asentamientos submarinos con grandes recursos de minerales de tierras raras, reclamando un derecho histórico sobre el asentamiento.
Ante este panorama, el Ejército del Aire ha dividido el espacio aéreo que ha utilizado para ello en tres zonas, tanto la D-79, que es la que emplean para ejercicios aéreos, como un espacio segregado en las islas de Lanzarote y Fuerteventura, lo que implica que «no» puede operar ningún tipo de tráfico aéreo, según ha explicado el comandante Alejandro Talavera.
«El combate aéreo es absolutamente quirúrgico»
Por su parte, el teniente coronel del Ala 11 (Base Aérea de Morón, en Sevilla), Alberto Calvo, ha indicado que el combate aéreo es «absolutamente quirúrgico«, ya que cada acción que se realiza está «medida al milímetro».
En este sentido, ha subrayado que es «absolutamente inaceptable» que una bomba caiga varios kilómetros fuera de donde estaba determinado porque su desvío puede llevar a que explote en zonas sensibles. «No es posible cometer errores«, apuntilló, para subrayar que la guerra y el entrenamiento de los aviadores «es caro y complejo».
Y es en este cometido de «no» tener errores ante una posible situación de hostilidad es por lo que se realizan este tipo de ejercicios de adiestramiento, en el que el teniente coronel Calvo ha explicado una situación de trabajo en el marco de la identificación visual de aeronaves en un espacio aéreo.
Añadió que aunque la identificación visual de la aeronave se realice muchas veces, «no siempre» es declarable enemigo, pero el objetivo es que «ningún avión pase inadvertido».
Cambio de planes por los efectos de la Dana en Valencia
El Rey ha podido seguir cómo se realizaba el ejercicio desde el Centro del Grupo de Alerta y Control del Ejército del Aire, Grualercon, tras visitar algunas de las aeronaves empleadas, entre las que se encuentran los F-18.
De todos modos Felipe VI ha cambiado la planificación prevista inicialmente para dar a los periodistas una declaración ante las consecuencias de la DANA en zonas de la Comunidad Valencia, Castilla La Mancha y Andalucía.