El presidente de Fepeco, Óscar Izquierdo, ha advertido de que el teletrabajo en las administraciones públicas retrasa la concesión de licencias para la construcción de vivienda, especialmente en el caso de oficinas técnicas o gerencias municipales de Urbanismo
En un comunicado expone es la «única forma» que tiene actualmente la función Pública canaria para intentar tener un «mínimo de control» de la productividad en dichos servicios administrativos.
Según Izquierdo, «se ha demostrado empíricamente que este sistema no funciona, por lo menos en el ámbito de la concesión de licencias de obras mayores, porque cada vez los plazos se dilatan más en el tiempo, lo que significa que la ‘mejoría para peor’, deteriorándose significativamente los tiempos de resolución, haciéndolos irresolubles en muchos casos».
En esa línea carga contra la «burocracia defensiva» pues la digitalización «y la estancia en su propia casa, propicia la imposibilidad de conocer o poder tener un contacto directo y personal con el empleado público que lleva el expediente, para solucionar más rápidamente cualquier imprevisto que se produzca a través de una mayor implicación y diálogo mutuo entre el funcionario y el administrado».
Reclama el trabajo presencial
Izquierdo detalla que «suele ser inalcanzable conectar con el teléfono que especifican, porque está continuamente comunicando o no contesta o a través de un correo electrónico que lo único que resuelve es dar cita previa que siempre va para largo, bastantes meses, como es ya uso y costumbre también en sanidad».
El presidente de los constructores tinerfeños comenta que «la emergencia habitacional que padece Canarias también exige establecer trámites de premura, lo que significa que cada cual, vuelva a su puesto de trabajo presencial urgentemente, por responsabilidad y profesionalidad, porque desde casa nunca se han solucionado situaciones extraordinarias, ni por supuesto se remediará la perentoriedad que demanda la sociedad canaria en cuanto a la construcción de viviendas».
Para Izquierdo, «hay que estar al pie del cañón, como hacen los verdaderos profesionales de las emergencias o seguridad, dando la cara sin miedo y con arrojo ante cualquier emergencia».