El trabajo de investigación aporta nuevos datos sobre el papel de una proteína denominada Reelina en la formación de la corteza cerebral, la parte más evolucionada del cerebro
Investigadores del Instituto de Neurociencias de Alicante, centro mixto de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y el Consejo Superior de Investigadores Científicas (CSIC), han participado en un estudio realizado con dos tipos de ratones modificados genéticamente en el que se ha identificado un nuevo modelo de formación de la corteza cerebral.
En concreto, este trabajo aporta nuevos datos sobre el papel de una proteína denominada Reelina en la formación de la corteza cerebral, la parte más evolucionada del cerebro.
En el estudio, que se ha publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), han participado Víctor Borrell y Adrián Cárdenas, director y miembro del grupo de Neurogénesis y expansión cortical del instituto, respectivamente, que han contribuido al proyecto liderado por Eduardo Soriano, de la Universitat de Barcelona.
Según un comunicado del Instituto de Neurociencias, «los modelos actuales sobre la formación de la corteza cerebral se centran en la Reelina producida por unas neuronas transitorias, denominadas de Cajal-Retzius, en la capa más externa de la corteza».
«Sin embargo, trastornos del desarrollo como la esquizofrenia y el autismo están relacionados con la Reelina producida por las interneuronas GABAérgicas en la migración neuronal tardía«, señala.
Este estudio muestra que, «a diferencia de lo que se pensaba, ambas fuentes de Reelina son esenciales y cooperan en el proceso de formación de las capas de la corteza cerebral».
Concluye que tanto la Reelina expresada por las células Cajal-Retzius como la de las neuronas GABAérgicas cooperan para orquestar la migración neuronal y la corticogénesis.
Una proteína presente en el cerebro y la médula espinal
La Reelina es una proteína que se encuentra principalmente en el cerebro y la médula espinal. Es crucial para la regulación de los procesos de migración neuronal y posicionamiento de las neuronas en la capa que les corresponde durante el desarrollo embrionario del cerebro, en particular de la corteza cerebral donde forman seis capas.
Esta proteína es producida por dos poblaciones de neuronas. Por una parte, las de Cajal-Retzius, unas células transitorias presentes exclusivamente durante el desarrollo del cerebro y que constituyen la principal fuente de Reelina en la neocorteza y el hipocampo durante el desarrollo prenata; y, por otra, las interneuronas GABAérgicas, de aparición más tardía, que complementan a las células de Cajal-Retzius en la producción de Reelina.
La mayoría de las neuronas nacen lejos del lugar que será finalmente su destino y, por ello, deben desplazarse largas distancias en un proceso denominado migración para alcanzar el lugar que les corresponde. La Reelina tiene un papel indispensable en la regulación de estos procesos de migración y posicionamiento de las neuronas.
Además de este importante papel en el desarrollo temprano, en el cerebro adulto, la Reelina modula la plasticidad sináptica y mejora la inducción y el mantenimiento de la potenciación a largo plazo, un proceso esencial en la formación de la memoria.
Este nuevo estudio destaca el importante papel de la Reelina derivada de las interneuronas GABAérgicas en el desarrollo temprano del cerebro, particularmente en la migración neuronal tardía.
Correcto funcionamiento de la corteza cerebral
Los autores observaron déficits migratorios transitorios, lo que indica que la Reelina expresada por cualquiera de estas dos poblaciones neuronales, tanto células de Cajal-Retzius como interneuronas GABAérgicas, es suficiente para revertir y compensar algunos defectos de laminación, organización esencial para el correcto funcionamiento de la corteza cerebral.
La migración neuronal anormal es común entre muchos trastornos del neurodesarrollo y neuropsiquiátricos relacionados con el deterioro cognitivo.
Investigaciones recientes han implicado a la Reelina en la patogénesis de enfermedades del desarrollo neurológico, neuropsiquiátricas y neurodegenerativas, especialmente en la enfermedad de Alzheimer, la esquizofrenia, el trastorno bipolar, el trastorno del espectro autista y la epilepsia, en etapas en las que la proteína se expresa principalmente en las neuronas GABAérgicas.