Después de dar diferentes cifras de fallecidos en la tragedia de Malaing, finalmente las autoridades del país cifra las víctimas mortales en 131
Las autoridades indonesias han notificado este miércoles que la cifra total de muertos en la tragedia ocurrida el pasado domingo en el estadio de Kanjuruhan, en el región de Malaing, ha ascendido a 131, después de que se hayan contabilizado cuerpos que habían pasado directamente a sus familias sin ingresar a un hospital.
De esta manera, ha ascendido en seis la cifra total de personas fallecidas por la invasión del campo de Kanjuruhan y la posterior estampida humana provocada por la respuesta policial durante el encuentro que disputaban el Arema FC y el Persebaya Surabaya.
«La lista de muertes en el incidente del estadio de Kanjuruhan se convirtió en 131 después de que se obtuviera más información sobre muertes adicionales que no pasaron por el hospital y fueron traídas directamente por sus familias», ha detallado en Twitter el vicegobernador de la provincia de Java Oriental, Emil Dardak.
«Un sentido pésame para todos nosotros, que la familia en duelo reciba fortaleza», ha añadido el vicegobernador de la isla.
El inspector general jefe de la Policía de Java Oriental, Nico Afinta, explicó el domingo que las protestas estallaron tras la derrota del Arema FC contra su adversario, según recogió el medio local ‘Suryamalang’. Los aficionados del equipo perdedor saltaron al campo de juego con la intención de demandar explicaciones por el resultado.
Anfinta afirmó que los guardias de seguridad tomaron medidas preventivas y de distracción para que «el caos no escalara» lo que ha incluido el uso de gases lacrimógenos.
Menores entre 12 y 17 años
La mayoría de los niños que han sido víctimas de esta tragedia tenían entre 12 y 17 años, según el portavoz del Ministerio de Empoderamiento de la Mujer y Protección Infantil, Nahar (nombre único).
El presidente de Indonesia, Joko Widodo, dio orden de suspender todos los partidos de la liga nacional hasta que no se aclare lo que ha descrito como una «verdadera tragedia humanitaria». «Esto no se puede repetir en el futuro», añadió el mandatario durante una comparecencia ante la nación pocas horas después del incidente.
«Pido a las fuerzas de seguridad, y muy especialmente a la Jefatura de Policía, que investiguen inmediatamente lo que ha ocurrido», manifestó.