Los colegios electorales de Irán han abierto sus puertas este viernes para unas elecciones presidenciales marcadas por la eliminación de las candidaturas de las principales figuras moderadas, un proceso que ha arrancado con el voto del líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei.
«El día de las elecciones es el día de la nación iraní. Hoy la gente tiene el poder. Cada voto cuenta. Nadie debe decir: ‘¿Qué hará mi voto? Eso voto se convierte en millones cuando se suman», ha sostenido Jamenei, según ha informado la cadena de televisión iraní Press TV.
También ha acudido a votar el presidente saliente del país, Hasán Rohani, quien no ha podido presentar su candidatura a los comicios después de haber cumplido el límite de dos mandatos al frente del país, tal y como ha recogido la agencia iraní de noticias Mehr.
Los cuatro candidatos a la Presidencia iraní, Mohsen Rezaei, Ebrahim Raisi, Amirhosein Qazizadé Hashemi y Abdolnaser Hemati también han votado durante la jornada.
La votación, en las que el ultraconservador Raisi figura como favorito, llega en un momento delicado a causa de la crisis económica que atraviesa. Una situación agravada por las sanciones de Estados Unidos y la pandemia, y el proceso de conversaciones en Viena sobre el acuerdo nuclear de 2015, dañado después de que Donald Trump anunciara en 2018 la retirada de Washington del pacto.
La votación llega influida por el proceso de veto del Consejo de Guardianes, organismo que se encarga de filtrar las candidaturas y que ha excluido a los principales candidatos moderados y ha dejado unas papeletas dominadas por las figuras conservadoras, entre las que destaca Raisi, actual jefe del aparato judicial.
Un total de 592 personas presentaron su candidatura a la Presidencia, si bien únicamente siete nombres recibieron ‘luz verde’ del Consejo de Guardianes, integrado por un total de seis clérigos y seis juristas y sujeto a la voluntad de Jamenei.
Así, los seis clérigos que lo integran son elegidos directamente por Jamenei, mientras que los seis juristas son aprobados por el Parlamento a partir de una lista de candidatos presentada por el jefe del aparato judicial –Raisi, en este caso–, quien es también nombrado directamente por el líder supremo.
Los candidatos
De esta forma, las papeletas están dominadas por cinco candidatos conservadores, un moderado y un reformista, si bien tanto éste último como dos de los conservadores retiraron su candidatura al considerar que no contaban con opción alguna de hacerse con la victoria.
El único candidato reformista, Mehralizadé –quien fue vicepresidente entre 2001 y 2005–, dio el paso en un aparente intento de impulsar las posibilidades del aspirante moderado, Hemati, que era gobernador del Banco Central de Irán hasta que anunció su candidatura a la Presidencia y aparece muy lejos de Raisi en los sondeos de intención de voto.
La decisión de Mehralizadé, quien no logró el apoyo del bloque de Jatami tras la eliminación de la candidatura de Yahangiri, se vio rápidamente respondida por otra del conservador Alireza Zakani de retirar su candidatura y anunciar que él mismo votaría a Raisi, al que describió como «el mejor» candidato.
Posteriormente, el conservador Said Jalili hizo lo mismo y apoyó a Raisi, quien ha pasado la mayor parte de su carrera en el aparato judicial y llegó a convertirse en custodio de la fundación religiosa Astan Quds Razavi, la más grande en el mundo islámico, lo que le hace acumular un gran poder y figurar incluso como principal favorito a suceder a Jamenei.
Su principal rival será Hemati, un tecnócrata sin grandes apoyos entre la población que, sin embargo, podría aglutinar votos dado que queda como única opción viable para los moderados. Pese a ello, un sondeo de la cadena de televisión Press TV le da cerca del tres por ciento de las papeletas, frente al casi 60 por ciento de apoyos a Raisi.
Entre el resto de candidatos destaca Rezaei, un antiguo jefe de la Guardia Revolucionaria entre 1981 y 1997 que ya se postuló en 2005, 2009 y 2013 y quien ocupó un cargo en el Consejo de Discernimiento, sirviendo incluso como asesor de Jamenei.
El último candidato es Hashemi, vicepresidente primero del Parlamento y miembro del organismo desde 2008. Igualmente alineado con los conservadores, ha llegado a abogar por la retirada del país del Tratado de No Proliferación nuclear (TNP).