La española Iris Tió es la primera del país en conseguir un oro individual en un mundial de natación artística

Iris Tió consigue la medalla de oro en el Mundial de Singapur en solo libre de natación artística.
Tió se impuso finalmente a la china, Huyan Xu, y a la bielorrusa, Vasilina Khandoshka, que compite bajo pabellón neutral. Se convierte en la primera española en conquistar un oro individual en un Mundial de natación artística de la historia.
La nadadora se corona en la rutina libre en una carrera profesional que comenzó a los cinco años.
Iris Tió llevaba tiempo pensado en la coreografía, justo después de la inauguración de los Juegos de París cuando escucho la versión que Celine Dion hizo del ‘Himno del amor’ de Edit Piaf y se lo propuso a Andrea Fuentes. Lo demás es historia.
En una competición muy igualada, con la china Xu Huiyan y la bielorrusa Vasilina Khandoshka como rivales, la elegancia y la puesta en escena de Tió se ha impuesto.


Los comienzos
Su idilio con la artística comenzó a los cinco años. Su madre, Laia, la inscribió en el Kallípolis, uno de los clubes clásicos de la sincronizada en España y allí empezó todo. Con quince años debutó como solista en un Europeo, ante la ausencia de Ona Carbonell, y sus entrenadoras de siempre (Mayu Fujiki, Anna Tarrés), la señalaron como una de las grandes del futuro.
Incluso Andrea Fuentes lo vio claro mucho antes de dedicarse a dirigirla en el equipo nacional: “Es increíble. Gemma Mengual también empezó con 15 años de solista. Esta chica será la bomba y cuando la vi por primera vez, me di cuenta de que es lo mejor que España ha tenido. Tiene un feeling brutal con la música, su cuerpo es casi perfecto y eso que aun no está trabajada. Es un amor hay que cuidarla”.
Y así se han cumplido sus vaticinios. Iris es tímida fuera de la piscina, pero desbordante dentro. De pequeña bailaba a todas horas, afinó su oído, practicó con diferentes instrumentos (clarinete, violín y piano) y preparó su cuerpo para lo que tenía que llegar.
La japonesa, Mayu Fujiki, la que más creyó en ella, advirtió del talento y la técnica de la barcelonesa a la que solo le hacía falta algo para llegar a lo más alto: la maduración mental, una cualidad que ha conseguido al frente del equipo.