Un insecto, la cochinilla, que marcó una época en la economía canaria y el crecimiento demográfico de las islas
La cochinilla es un insecto de la orden de los hemípteros que llegó a Canarias desde América y que se caracteriza por parasitar a las plantas cactáceas como la tunera. Una diminuta criatura que se convirtió en un importante componente de la economía insular. La cochinilla canaria cuenta con su propia denominación de origen.
La actual cochinilla canaria llegó al archipiélago desde México al comienzo de la conquista del continente americano. Sin embargo, no se produjo su exportación y comercio hasta el siglo XIX. Con la cochinilla canaria se marcó un punto de inflexión para la economía y también para la demografía. Con su comercio se frenaron los flujos migratorios hacia el exterior.
La importancia de este insecto radica en el carmín y en el ácido carmínico, que solo se extrae de las hembras. Estas son unas sustancias que fueron muy importantes dentro de la industria cosmética, alimenticia y textil como colorante. Actualmente, se sigue exportando a todo el mundo, en su mayoría a Europa. Sin embargo, su producción y comercialización descendió notablemente cuando se descubrieron los tintes sintéticos, marcando su declive. Fue en ese momento cuado el plátano y el tomate tomaron el relevo como principales productos exportados en Canarias.
Actualmente, solo se cultiva en América Central y Canarias, único lugar de Europa. Una pequeña plantación de la villa de Ingenio, en Gran Canaria, es la única en la que se cultiva cochinilla como única actividad económica.