Viviendas y explotaciones perdidas, una reconstrucción que la administración abordará afrontando complejos supuestos
La lava ha sepultado centenares de viviendas y explotaciones, pero las propiedades continúan perteneciendo a sus dueños. La administración para la reconstrucción podría declarar dicho terreno suelo rústico de protección y otorgar a los damnificados otro lo más equivalente posible.
Si los terrenos para reubicar a las familias pertenecen a particulares, se puede expropiar, comprar o compensar, pero probablemente se requiera de un decreto ley que permita agilizar estos instrumentos.
Los supuestos con los que se pueden encontrar las distintas administraciones son amplios como, por ejemplo, las casas de autoconstrucción o las viviendas ilegales.
Los letrados coinciden en que lo primordial en estos momentos es dirimir la situación, incluyendo cuanto antes la redacción y licitación de las obras de reposición de las infraestructuras desaparecidas o dañadas.
Muchas personas han perdido sus hogares o medios de vida y ya hay voces demandando un urbanismo de excepción para La Palma, que pasaría por la suspensión del planeamiento vigente con el fin de disponer de las bolsas de suelo necesarias para la reconstrucción de viviendas y explotaciones.