El Cabildo de Lanzarote inicia las obras de remodelación de la Casa del Cura de Haría para su uso vecinal y el Ayuntamiento le acusa del incumplir el convenio de la Cueva de Los Verdes
El Ayuntamiento de Haría asegura que el Cabildo de Lanzarote incumple el convenio de la Cueva de Los Verdes, que recoge la entrega del inmueble al consistorio como pago a la deuda millonaria por la indemnización sobre la Cueva de Los Verdes. El Gobierno de la isla, que preside Oswaldo Bentacort, asegura que se actúa según la legalidad vigente.
El presidente del Cabildo de Lanzarote, Oswaldo Betancort, y la consejera de Artesanía de la Corporación insular, Aroa Revelo, visitaron este lunes la rehabilitación que se está ejecutando en la conocida Casa del Cura, ubicada en la calle Encarnación Rodríguez Lasso número 1, en el pueblo de Haría.
La actuación protagonizada por la Institución en este inmueble de su propiedad tiene como objetivo adecentar la casa, un lugar de alto valor patrimonial, con el objetivo de garantizar su disfrute por parte de los vecinos y vecinas del municipio, respetando en todo momento su singularidad arquitectónica e histórica.
Así lo aclaró Oswaldo Betancort, quien hacía hincapié en la importancia de esta intervención para el norte insular: “Nuestro objetivo es que en dos o tres meses este inmueble esté en óptimas condiciones para que pueda ser utilizado por las personas mayores de Haría, y así empezar nosotros a dinamizar esta emblemática Casa del Cura”.
En el Catálogo Arquitectónico Municipal de Haría
La Casa del Cura es un inmueble que está incluida en el Catálogo Arquitectónico Municipal de Haría, con grado de protección Monumental 2, equivalente a protección integral. Se trata de una edificación de alto interés patrimonial, tanto desde el punto de vista arquitectónico como etnográfico, siendo un ejemplo representativo de la historia y la identidad del municipio y de la isla de Lanzarote, según remarcan desde el Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo en este proyecto.
Construida originalmente en el siglo XIX, la vivienda fue propiedad del maestro don Santiago Noda García y, posteriormente, del párroco don Juan Arocha Ayala, quien residió en ella hasta 1963. A lo largo del tiempo, el inmueble ha tenido distintos usos.


