Un juez paralizaba esta mañana el desahucio previsto en el edificio ‘Victoria’ de la calle Nicolás Estévanez
Denuncian un segundo intento de desahucio en Las Palmas de Gran Canaria
A las 10:15 h se confirmaba la noticia. Un juez, a petición de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), paralizaba el desahucio previsto para este jueves de 8 familias vulnerables en el edificio ‘Victoria’ de la calle Nicolás Estévanez, Las Palmas de Gran Canaria.

El anuncio provocó el aplauso generalizado de las familias afectadas y de una treintena de ciudadanos de distintos colectivos, entre ellos la plataforma Derecho al Techo, que habían acudido hasta el edificio para intentar paralizar el desahucio, mientras coreaban lemas como «La vivienda es un derecho» y «Solo el pueblo salva al pueblo».
7 de las 8 familias, todas ellas vulnerables por tener personas enfermas, mayores o menores de 12 años a su cargo, aguardaban en medio de la incertidumbre a conocer si finalmente, tal y como había solicitado la Sareb, el Juzgado paraba su desahucio.
La Familia de Ingrid Colmenares
Solo una de ellas, la familia de Ingrid Colmenares, tenía asegurado que hoy no serían desahuciados, después de aceptar el juzgado el informe de vulnerabilidad que realizó el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, al tener una hija menor de 12 años y no contar con una nómina.
En declaraciones a los periodistas, Colmenares agradeció a los medios, a la gente que les ha apoyado y acompañado estos días y a su abogada, Isabel Saavedra, por haber hecho posible que pudieran seguir en su piso al menos durante el próximo mes.

Explicó que tanto ella como su pareja trabajan «en negro». Ella cuidando a una persona mayor y limpiando pisos turísticos y él como lavaplatos en dos restaurantes. Así que, están dispuestos a pagar un alquiler «para vivir tranquilos y no estar con este temor cada 3 o 4 meses».
Ingrid vive en Canarias desde hace 6 años, cuando llegó en busca de una vida mejor desde su Venezuela natal, en este edificio ‘Victoria’, pagando religiosamente sus recibos de alquiler, y dijo estar muy agradecida a Canarias: «Porque me abrió las puertas desde un principio (…), porque siempre me han tratado como uno de ustedes pese a ser extranjera».

Un bebé de 3 meses y una ilusión por el futuro
No tuvo esa misma sensación Banina Mbirkate, quien admitió que lleva buscando una alternativa sin éxito desde noviembre de 2023, cuando recibieron la notificación judicial de que la inmobiliaria a la que había estando abonando el alquiler desde 2020 ya no lo iba a recibir, pero que siempre que la ven en persona, le ponen pegas para la renta.
La joven, que tiene un bebé de 3 meses, estaba en estado avanzado de gestación el pasado 3 de octubre de 2024, cuando se intentó llevar a cabo el primer desahucio, paralizado por la presión social, y tiene claro que ella quiere irse del ‘Victoria’ porque no soporta «vivir con esta incertidumbre».
Mbirkate vive en España desde el año 2009, cuando llegó a Valencia para estudiar, se puso a trabajar desde muy joven y no ha sido hasta su embarazo, considerado de alto riesgo, que paró para poder sacarse el graduado escolar, ya residiendo en Gran Canaria, y ahora su ilusión de futuro es estudiar un grado de Administración.
Ahamed Salem no quiere «vivir en Canarias gratis»
Otro de sus vecinos, Ahamed Salem, vive en este edificio con su mujer y su hija de 5 años. Salem aseguró que no quiere «vivir en Canarias gratis», sino pagar un alquiler, como ha hecho hasta ahora.
Salem contó que lleva viviendo en la isla desde 2019, siempre al corriente de sus recibos, y ha remarcado que, como saharaui, es también español.
«Pero en el año 2023, hay una sorpresa al llegar una notificación del juzgado que decía que a partir de entonces no teníamos que pagar más a esa inmobiliaria -a la que abonaba 400€ mensuales por la renta de su piso-. Yo quiero seguir en esta casa, si el banco quiere que le pague, yo pago«, ha señalado.

Lo que no quiere es que su hija deje de estudiar en la isla, porque le quiere dar una mejor educación que la que recibieron su madre y él mismo. Además, lamenta no poder encontrar trabajo en estos momentos, por lo que viaja al Sáhara una temporada del año para poder ahorrar y regresar con dinero a Gran Canaria.
Todas estas familias esperan ahora por la promesa de la Sareb de que analizará cada uno de los casos para intentar encontrarles una alternativa habitacional. Asimismo, desde la plataforma y su equipo jurídico, intentarán que puedan quedarse en estas viviendas.