El sector guarapero, encargado de la extracción del guarapo para la producción de miel, se ha visto obligado a migrar en busca de nuevas zonas de explotación debido a las adversas condiciones climáticas que afectan a La Gomera
La Miel de Palma, uno de los productos más emblemáticos de la gastronomía canaria, se enfrenta a una crisis en La Gomera. En las últimas décadas, el sector guarapero, encargado de la extracción del guarapo para la producción de miel, se ha visto obligado a migrar en busca de nuevas zonas de explotación debido a las adversas condiciones climáticas que afectan a la isla.
La sequía y el calor han provocado una disminución en la cantidad de palmeras aptas para la extracción del guarapo. De las 120.000 palmeras que conforman la población de la isla, en la safra de 2020 solo se pudieron utilizar 640, una cifra que refleja la creciente escasez de recursos. Los guaraperos, como José y Juan Pablo, han tenido que trasladarse a nuevas zonas en busca de palmeras frondosas y saludables, un recurso cada vez más escaso.
La producción de miel de palma, que genera cerca de 2 millones de euros anuales y emplea a 31 personas en La Gomera, está en riesgo. Los expertos señalan la importancia de mantener viva esta tradición, que no solo forma parte de la cultura gastronómica de las islas, sino que también representa un sustento económico vital para muchas familias. Sin embargo, la falta de lluvia y las altas temperaturas están poniendo en peligro la continuidad de esta actividad, lo que podría tener graves consecuencias para la economía local y para la preservación de esta tradición ancestral.
Las autoridades y los trabajadores del sector guarapero hacen un llamado a la población para que se interesen en aprender este oficio y ayudar a preservar una tradición que lleva siglos en la isla, asegurando así la continuidad de la producción de miel de palma en La Gomera.