Este proyecto en el que colabora la ULPGC tiene como objetivo implantar el barco volador para descarbonizar y reducir las emisiones
La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) colabora en una investigación sobre la viabilidad de los llamados «vehículos efecto suelo» (barco volador o vehículo wing-in-ground) para el transporte marítimo. Esta iniciativa del proyecto europeo AIRSHIP tiene el objetivo de descarbonizar y reducir las emisiones contaminantes.
Como explican desde la ULPGC, el avance tecnológico de la última década en torno a los vuelos no tripulados en drones ha facilitado el desarrollo de los vehículos de efecto suelo, que podrían tener una velocidad superior a los buques marítimos y ser menos costosos que el transporte aéreo. Están diseñados para aprovechar el efecto suelo, que permite que estas naves vuelen con mayor sustentación y menor resistencia, lo que incrementa su eficiencia energética y su sostenibilidad.
En este caso, se ha estudiado el prototipo de vehículo que lleva el nombre del proyecto, con las reservas que eso conlleva dado que las evaluaciones relativas a su capacidad técnica y económica son preliminares. Se ha simulado la operación de este vehículo en rutas predeterminadas, cubiertas actualmente por servicio de ferris.
Analizando los costes de transporte por kilómetro del Airship, se han podido establecer cuáles serían las rutas más rentables. Además de estos datos, con las consideraciones referidas a costes e ingresos iniciales, se ha podido concluir que los tres factores principales que influyen en la viabilidad de las operaciones de transporte simuladas con Airship son número de trayectos diarios, días laborables de operación al año y precio.