La familia del Castillo reclama el terreno de veintidós viviendas que se construyeron en los años 50 y cuentan con el apoyo del Ayuntamiento de Mogán
Los vecinos y vecinas del barrio de Vento, en Mogán (Gran Canaria), están en riesgo de perder sus casas. Las viviendas se construyeron a finales de los años 50 para el personal dedicado a la aparcería.
Después de décadas, veintidós viviendas se enfrentan a demandas judiciales de la familia del Castillo, herederos del Conde de la Vega Grande, que les reclama el terreno calificado para uso rústico. Sin embargo, los vecinos se niegan a abandonar sus casas.
«Nos quieren echar, y nosotros no nos vamos a marchar», subraya uno de los afectados.
Desde hace años, Vento cuenta con servicios públicos como alumbrado, carretera asfaltada y recogida de residuos. Tuvo, incluso, una asociación de vecinos y un parque infantil, que fueron demolidos.
A la espera de la sentencia del juez
El Ayuntamiento de Mogán lo reconoce como barrio, y la alcaldesa del municipio, Onalia Bueno, afirma que «ellos saben que tienen el apoyo del Ayuntamiento con todos los servicios públicos prestados».
A falta de alternativas y a la espera de resolución judicial, piden la implicación de las administraciones públicas.
Parte de la defensa de las familias afectadas se basa en la prescripción administrativa. El abogado de algunos vecinos afectados, José María Sánchez, señala que «es básico comprobar quiénes lo usan a título de dueño y de una forma pública y notoria».
Sin alternativa para su vivienda habitual, las familias de Vento esperan la sentencia del juez en los próximos días.