Una lápida escultórica con la que se cumple el deseo que dejó escrito el artista y que diseñó con este propósito
El cementerio de Vegueta ha descubierto el Monumento Funerario a Martín Chirino. Una lápida escultórica con la que se cumple el deseo que dejó escrito el artista y que diseñó con este propósito.
Más de dos años después de su fallecimiento, el 11 de marzo de 2019, la lápida del escultor grancanario está completa con «Jano». Es la escultura que corona el monumento y que hace referencia al dios de las puertas, los comienzos y los finales.
En broce patinado
La escultura, realizada en bronce patinado oscuro y sobre un pedestal de cantería de Arucas, pertenece a la serie «Crónicas del Siglo XX». Marcada por el uso del metal, la referencia al hombre y líneas precisas es una de las muestras más representativas de su madurez como artista.
Bajo el epitafio «Aquí descansa el gran herrero fabulador, forjador de símbolos» reposan las cenizas de Martín Chirino junto a la tumba de su amigo Alfredo Kraus, como expresó que era su deseo.
Un acto íntimo
En un acto íntimo se ha inaugurado este viernes este monumento funerario junto a amigos y familiares, además de miembros de la Fundación de Arte y Pensamiento Martín Chirino.
La hija del artista, Marta Chirino, ha declarado su satisfacción porque «no poder enterrar a un familiar siempre es algo que queda pendiente». Además, cumple «la ilusión de su padre de estar en este lugar del cementerio y de esta manera».
Ahora su padre «puede reposar como él quería», ha referido.
Marta Chirino ha participado del acto con la lectura de «La verja y el arado» que, como ha expresado, fue una creación de cuando era joven. Un texto que «de alguna forma vaticina en algunas cosas cómo va a ser su carrera artística».
La familia ha elegido estas letras porque representan «esa vuelta al origen» y uno de los pocos textos que escribió a lo largo de su vida.
El director de la Fundación Martín Chirino, Jesús Castaño, ha explicado que este monumento lo dejó diseñado el artista unos meses antes de morir y la escultura fue forjada en Rumanía, en uno de los últimos talleres con los que colaboró en su carrera.
Con el monumento completo, el artista «vuelve al lugar de donde partió, en una referencia habitual que usaba a Ulises y su regreso a Ítaca», por lo que este acto «cierra esa espiral de su creación, en ese viaje último que es reflexión y silencio» y que termina «al regresar a la tierra donde nació y de la que fue su embajador universal».
Era su deseo «yacer en el cementerio de Vegueta» y ocupa una zona donde descansan «figuras ilustres y personas que le adoraban», ha expresado.
Al acto han acudido varios representantes políticos como el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, además de la portavoz municipal del PP, Pepa Luzardo, el concejal de Cementerios, Luis Zamorano, además de la consejera grancanaria de Cultura, Guacimara Medina, y el cronista de Las Palmas, Juan José Laforet, entre otros.