La mayoría de los ejemplares no son comestibles y tampoco está permitida su recolección
Caminar estos días por el Parque Nacional de Garajonay, en La Gomera, tiene un aliciente especial. Tras las lluvias empiezan a aparecer las setas. Más de 700 especies viven en el bosque de laurisilva de Garajonay. A su tradicional color verde se unen ahora los rojos, amarillos o naranjas de las setas que llegan a cada rincón.
La mayoría de los ejemplares del Garajonay no son comestibles. Pero tampoco en el Parque está permitida su recolección.
Senderos como el de la Bruma son un escaparate para disfrutar de este espectáculo natural que se esconde entre la vegetación del suelo o en los troncos de los árboles. Una muestra más de la rica vida del Parque Nacional de Garajonay.