Para poder aguantar las bajas temperaturas los voluntarios se organizan para llevarles la cena
Desde hace días, más de 50 migrantes duermen a la intemperie a las puertas del campamento de Las Raíces. Comienza a caer la noche en el campamento para migrantes donde ya son más de medio centenar los que duermen al raso.
Para poder aguantar las bajas temperaturas los voluntarios se organizan para llevarles la cena. La puerta del campamento se cierra a las 21.00 horas, mientras que los migrantes que optan por instalarse en el exterior, se quedan sin los servicios esenciales.
Por su parte, la Policía Nacional vigila la zona. Mientras tanto sin perder la sonrisa, muchos migrantes, se refugian en sus tiendas. Una temperatura que continúa disminuyendo a lo largo de la madrugada, pero que no les impide seguir soñando con continuar su viaje.