Un equipo de investigadores españoles desarrollan un modelo matemático que anticipa cómo responderán los cultivos ante el calentamiento global.
El hallazgo ayudará a salvar los cultivos del verano. Los resultados de la investigación se han publicado en Science Advances. Se trata de una colaboración entre el Centro Nacional de Biotecnología perteneciente del CSIC (CNB-CSIC) y el Grupo Interdisciplinar de Sistemas Complejos (GISC) de la Universidad Carlos III de Madrid.
Las plantas adaptan su desarrollo y morfología a las condiciones ambientales que las rodean, fundamentalmente, la duración del día y la temperatura ambiente. Estos dos factores afectan directamente al rendimiento de los cultivos.
Utilizando distintas variedades de plantas de Arabidopsis en diversas condiciones de luz y temperatura, han descubierto que la proteína COP1 es fundamental para que las plantas crezcan en días largos y con temperaturas ambientales elevadas.
Desarrollan un modelo matemático
Los investigadores han desarrollado un modelo matemático basado en los procesos del crecimiento de las plantas que están regulados por la temperatura.
«Una de las predicciones más interesantes del modelo es la que destaca que la máxima actividad de COP1 tiene lugar durante el día y a temperaturas elevadas”, avanza Saúl Ares, del CNB.
La proteína COP1, clave
Hasta ahora, COP1 se consideraba un factor fundamental para regular el crecimiento en oscuridad. «Esta predicción resultaba insólita», explica Cristina Nieto, primera autora del trabajo e investigadora del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA).
«Ahora sabemos que la proteína COP1 es clave para regular la respuesta a temperatura en días largos, es decir, en verano».
Salomé Prat, investigadora del CSIC, subraya la importancia de este trabajo. Cree que demuestra que «formas más activas de COP1 mejoran la tolerancia al cambio climático de los cultivos que requieren días largos».