La inversión destinada para la mejora de los palmerales es de 455.000 euros, de los que 55.000 los financia el propio Cabildo
El Cabildo de Tenerife está ejecutando trabajos de mejora en los palmerales de los Parques Rurales de Anaga y Teno y el Sitio de Interés Científico de Interián con el objetivo de evitar la propagación de los incendios forestales.
Los trabajos suponen una inversión de 455.000 euros, de los cuales 55.000 son financiados por el Cabildo mientras que el resto provienen del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Local (Feader). La consejera de Medio Natural, Sostenibilidad y Seguridad y Emergencias, Blanca Pérez, explica que “la palmera acumula hojas secas y material inflamable en sus copas y en la base, lo que puede facilitar la propagación de un incendio si no se actúa. Además, con la limpieza y poda de las palmeras controlamos afecciones y plagas que le pueden afectar como las del picudo rojo, por ejemplo”.
Pérez señala que los palmerales “constituyen una parte fundamental del paisaje de la Isla, embelleciendo espacios naturales de alto valor medioambiental en el medio rural y urbano. La palmera canaria es una especie endémica asociada a las medianías que forma parte de nuestra identidad y tenemos que protegerla”.
La consejera Medio Natural, Sostenibilidad y Seguridad y Emergencias explica que “estamos ejecutando una fase del proyecto y la segunda la pondremos en marcha en octubre y es más amplia, ya que ampliaremos las zonas de actuación al objeto de reducir la carga de combustible existente en los ámbitos próximos a las áreas poblacionales”.
Actuaciones en dos fases
Las actuaciones se desarrollan en dos fases. Así, en la actualidad se están ejecutando trabajos de poda de 220 palmeras en el Parque Rural de Anaga, especialmente en las zonas de Taganana, Igueste de San Andrés, Bajamar y El Cercado. Asimismo, se trabaja en la zona del Sitio de Interés Científico de Interián con el apeo de fustes de palmeras muertas y en la Rambla de Castro, mientras que en el Parque Rural de Teno se están ejecutando labores de poda de unas 130 palmeras en el ámbito del caserío de Masca (Buenavista del Norte).
La segunda fase se desarrollará a partir de octubre en los mencionados enclaves. La primera fase, que ejecutará la empresa C-Amelia 16 SL, supone una inversión de 55.000 euros, mientras que la segunda, que realizará la empresa pública Gesplan, tiene una inversión de 400.000 euros y financiada por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Local (Feader).
La palmera canaria (Phoenix canariensis) es una especie endémica y protegida propia de medianías de las Islas que se ubica habitualmente en una cota de entre 200 y 500 metros que tiene una gran adaptación ambiental y puede alcanzar los 30 metros de altura. En Tenerife están arraigadas en entornos urbanos, aunque su espectacularidad alcanza grandes cotas en espacios rurales en donde crece de forma natural ya sean individuos aislados o en palmerales.
Enclaves de actuación
El Parque Rural de Anaga ocupa gran parte del macizo montañoso situado en el extremo nordeste de Tenerife. Con una superficie cercana a las 14.500 hectáreas, se extiende por los municipios de Santa Cruz de Tenerife, La Laguna y Tegueste y alberga el Macizo de Anaga que, junto con la franja de mar que le rodea, se declaró Reserva de la Biosfera el 9 de junio de 2015.
El Parque Rural de Teno se encuentra situado en el extremo noroccidental de la Isla y comprende parte de los municipios de Buenavista del Norte, Los Silos, El Tanque y Santiago del Teide. Con sus más de 8.000 hectáreas es uno de los espacios naturales más bellos de Tenerife y conserva sus grandes valores ecológicos, paisajísticos y culturales.
El Sitio de Interés Científico de Interián es un acantilado de gran valor paisajístico que alberga una interesante comunidad de bosque termófilo con poblaciones de almácigos, palos de sangre, barbuzanos, palmeras y dragos. Además, entre la flora destacan especies protegidas como la chahorra y el cabezón. Interián se declaró sitio de interés científico y área de sensibilidad ecológica por la Ley Autonómica 12/94, refundida posteriormente con la Ley de Ordenación del Territorio de Canarias mediante el Decreto Legislativo 1/2000.