Las estadísticas como visitante dejan en mal lugar a la UD Las Palmas, un hecho que Mel lo atribuye a un tema «mental», por los largos viajes y las horas sin poder salir del hotel.
El entrenador de la UD Las Palmas, Pepe Mel, tiene claro que su equipo deberá «incomodar» al Rayo este domingo en Vallecas para «hacerle el partido muy difícil» y que se preocupe también «de sus espaldas», con el objetivo de acabar «un año funesto» con una victoria a domicilio.
El técnico madrileño, quien dirigió al Rayo entre 2006 y 2010, pone la vitola de «aspirante a todo» al conjunto local, junto a Espanyol, Mallorca y Leganés, precisamente los cuatro siguientes rivales que se encontrará Las Palmas en LaLiga SmartBank.
«El Rayo puede hacer dos once diferentes y cualquiera de ellos estaría peleando por el ascenso. En su casa mete un ritmo endiablado al partido y tendremos que estar pendientes de todo lo que suceda, pero estoy seguro de que estaremos a la altura del partido», ha manifestado en la rueda de prensa telemática previa al choque.
Mel tiene decidido el equipo inicial que saldrá en Vallecas, pero no lo comunica a sus futbolistas hasta la charla previa.
«Queremos ganar por nuestra propia autoestima en este año funesto, que lo mejor es que se termine ya», ha añadido.
Mel insiste en que no debería haber diferencias entre jugar en casa o fuera, aunque las estadísticas como visitante dejan en mal lugar a su equipo, lo que atribuye a un tema «mental», por los largos viajes y las horas sin poder salir del hotel.
«La explicación es difícil, hemos estado cerca de ganar partidos pero estamos empatando mucho, aunque seguiremos insistiendo con el argumento de que en el fútbol actual no hay diferencia de jugar en casa o fuera, y menos con los estadios vacíos», ha insistido.
Mel propone que al ser el último partido de 2020, sus jugadores no deben guardarse fuerzas y tienen que «desgastarse físicamente» para igualar el ritmo del Rayo Vallecano y tener opciones de llevarse los tres puntos.