La prohibición de fumar en las terrazas fue una medida estrella durante la pandemia, pero quedó sin efecto tras el regreso a la normalidad. La Sociedad española de neumología y cirugía torácica insiste en la necesidad de recuperar la norma de manera permanente
La sociedad española de neumología Separ ha instado a las administraciones a prohibir de forma permanente fumar y vapear en las terrazas de la restauración para proteger a la población, tanto de los efectos nocivos del tabaco como de la transmisión de la covid.
En virtud de una revisión de estudios que reafirma el gran daño del tabaco en fumadores pasivos y la relación con la covid, la organización vuelve a pedir la extensión de la prohibición de fumar en espacios públicos abiertos como las terrazas en el Plan Integral contra el Tabaquismo, encallado desde hace varios meses en el Ministerio de Sanidad.
Para Separ, esta prohibición, que ya aplican autonomías como Baleares y Comunitat Valenciana desde la pandemia de la covid y que también quiere incluir Cataluña a partir del próximo año, debería ser permanente y en toda España.
Fumadores pasivos
Es una de las conclusiones de una revisión de estudios llevada a cabo por neumólogos vinculados a Separ y publicada en la revista científica Open Respiratory Archives, que indica que los fumadores pasivos expuestos al humo de tabaco y a las sustancias tóxicas que liberan los dispositivos electrónicos (como los e-cigarrillos) tienen mayor riesgo de sufrir infecciones cardiorrespiratorias y de contagiarse de la covid-19, especialmente si son personas vulnerables.
Este riesgo es para los fumadores pasivos del humo de segunda, tercera y cuarta mano, que son los tres niveles de clasificación del daño en terceros: los que están cerca del fumador cuando enciende el cigarrillo, los residuos del tabaco que quedan durante mucho tiempo en ropa y objetos junto con el humo residual que se mezcla con otros contaminantes del ambiente; y, por último, el impacto de las colillas -que tardan 10 años en degradarse- en la salud y el medioambiente.
En las terrazas se dan estos niveles de impacto en fumadores pasivos, pues son lugares muy frecuentados por fumadores y vapeadores, hasta el punto de que la prevalencia de consumo de estos productos en ellas es del 88 % en España, según Separ. Por cada persona que fuma en estos espacios, aumenta un 30 % la contaminación del aire ambiente del lugar.
Prohibición durante la pandemia
Durante la pandemia, se prohibió fumar en las terrazas temporalmente para evitar los contagios por el SARS-CoV-2, pero en gran parte de España esta restricción no se ha mantenido, a pesar de que este virus sigue presente.
La nueva revisión de evidencias de Separ confirma que los aerosoles y el humo generado por los cigarrillos y los dispositivos electrónicos pueden ser fuentes de transmisión de la covid.
El coordinador del área de tabaquismo de Separ, Carlos Rábade, ha detallado que las partículas del SARS-CoV-2 tienen la capacidad de adherirse a los aerosoles de tabaco y «pueden viajar hasta distancias de 7 u 8 metros».
Además, fumar o «vapear» no solo pone en riesgo la salud de los fumadores pasivos que comparten la terraza, sino la de los propios fumadores, ya que un reciente registro español con 14.000 pacientes ingresados por covid-19 ha concluido que ser fumador es un factor independiente de mal pronóstico de esta enfermedad.
En paralelo, prohibir fumar en terrazas protegería a los empleados de hostelería de las consecuencias de la exposición pasiva al humo del tabaco y reduciría el riesgo de contagiarse de covid, esgrime Separ.
Ley antitabaco
La nueva ley del tabaco, que entrará en vigor previsiblemente en 2023, busca reducir hasta en un 30% el consumo. Con ese objetivo se va a prohibir fumar en el coche, en las terrazas de bares y restaurantes o en las playas.
Esta modificación ha creado opiniones diversas en la población, algunos se mantienen a favor de las zonas libres de humo y otros en contra.