Las aguas del Pozo de la Salud no solo calman la sed, sino que también alivian problemas digestivos debido a su alta concentración de bicarbonatos, sulfitos y otros minerales
La relación de los herreños con el agua está estrechamente ligada a la escasez que se ha sufrido en la isla. Desde el siglo XVII, la falta de agua potable ha impulsado a los habitantes a buscar soluciones para abastecerse. Esta búsqueda culminó en la construcción de un pozo cercano a la costa de Sabinosa, conocido como el Pozo de la Salud.
Inicialmente, el pozo fue construido para abastecer a los vecinos de la zona con agua potable. Sin embargo, su propósito cambió rápidamente cuando se descubrieron las propiedades curativas de sus aguas. Leandro Casaña, al observar las características del agua, comenzó a gestionar los baños con fines terapéuticos. Así, el pozo adquirió el nombre de «Pozo de la Salud».
Propiedades del agua
Las aguas del Pozo de la Salud no solo calman la sed, sino que también alivian problemas digestivos debido a su alta concentración de bicarbonatos, sulfitos y otros minerales. Además, contienen una pequeña cantidad de agua de mar, la cual se mezcla durante los cambios de marea, potenciando sus efectos curativos.
El Pozo de la Salud se ha convertido en un balneario famoso en la isla, siendo una parada obligatoria para aquellos que buscan alivio a sus dolencias.