El cuerpo sin vida de Virgilio García, de 61 años, fue localizado a cinco metros de la superficie.
Casi un mes después del alud registrado el pasado 1 de enero en la vertiente asturiana del puerto de San Isidro (As-253) que sepultó a dos operarios que trabajaban en la limpieza de la vía con una máquina fresadora, los equipos de búsqueda han rescatado este sábado, bajo cinco metros de nieve, el cadáver del segundo trabajador.
Poco después de las 11:00 horas los miembros del Servicio de Emergencias del Principado y del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil han localizado el cadáver de Virgilio García, de 61 años, quien fue arrastrado por un alud junto a su compañero César Fernández, de 53, cuyo cadáver se recuperó horas después del accidente.
Pese a las difíciles condiciones meteorológicas de buena parte de las últimas semanas y al riesgo de nuevos aludes, los trabajos han continuado hasta la jornada de este sábado, dedicada a palear la nieve en una de las zonas donde se sospechaba que podía encontrarse el cadáver y que, finalmente, ha sido localizado a cinco metros de la superficie, con otros cinco metros de nieve por debajo.
El cuerpo ha sido recuperado de la nieve y, mediante una operación de grúa realizada desde el helicóptero del 112-Asturias, trasladado hasta la carretera donde la Guardia Civil se ha hecho cargo de su levantamiento y posterior evacuación en una aeronave del instituto armado.
Ambos operarios fueron sepultados por una avalancha de nieve tras bajarse del vehículo -que fue arrastrado unos 200 metros a través de una ladera- para intentar desatascar la chimenea de la fresadora en las proximidades de Riofrío, a cuatro kilómetros de la cima del puerto, de 1.520 metros de altitud.
Desde que se produjo el accidente, y condicionados por la situación meteorológica, en la zona han trabajado equipos del Servicio de Emergencias del Principado, de la Guardia Civil y de la Dirección General de Infraestructuras, así como de la Unidad Militar de Emergencias (UME) durante algunas jornadas.
A ellos se unieron unidades caninas del Principado y de la Guardia Civil, además de maquinaria de carreteras facilitada por la Diputación de León y varios drones ofrecidos por la empresa GAM en los que se instaló un georradar conseguido por la familia del fallecido.
Tras conocer la noticia, el presidente del Principado, Adrián Barbón, ha señalado a través de su perfil en las redes sociales que el dolor de la familia del operario «es imposible sanarlo» pero que encontrarlo «después de casi un mes de angustia y de trabajos de los grupos de rescate, les permite poder despedirlo y tratar de encontrar la paz».