El CD Tenerife se impuso 0-2 al Huesca en un partido marcado por los errores defensivos del conjunto local
El Tenerife sumó su segundo triunfo en dos partidos ante el Huesca. El conjunto insular tuvo desde el principio la posesión del balón y más vocación ofensiva que el Huesca que, con defensa de cinco buscó, sobre todo protegerse y salir a la contra esperando la velocidad de Joaquín y de Obeng, que eran los más adelantados.
El equipo insular, que estaba jugando bien y llegando al área local, se adelantaría en el marcador en el minuto 15 en una jugada rápida, muy bien llevada y precisa, por la banda izquierda, donde Roberto López se encargó de mandar el balón al fondo de la red tras un centro de Waldo.
El Tenerife jugó bastante cómodo en los primeros cuarenta y cinco primeros minutos llevando el partido donde quiso, y además se encontró con facilidades de los defensores locales como en el minuto 35 en un error de Nieto que dejó el balón corto que sirvió para que Luismi Cruz se plantara solo delante de Alvaro Fernández, y no supo batirlo ni tampoco acertaron en los remates en un par de ocasiones, ya que los rechaces los salvaron los defensores azulgranas.
Enric Gallego aún tendría otra buena ocasión para batir a Alvaro Fernández en el minuto 44, pero sería el Huesca en los minutos finales del primer tiempo cuando se volcó sobre el área del Tenerife encerrándolo en su área con una ocasión de gol a cargo de Kortajarena que se fue cerca del poste izquierdo de Juan Soriano.
Waldo aprovechó un error defensivo que condenó al Huesca
En el descanso, el entrenador del Huesca movió el banquillo y sacó dos delanteros como Gerard Valentín y Escriche, en busca de darle la vuelta al marcador, pero un fallo de Rubén Pulido dentro del área pequeña en una pugna con Waldo se dejó arrebatar el balón el defensor azulgrana, y el jugador tinerfeño sólo tuvo que mandar el balón al fondo de la red.
Una falta favorable al Huesca lanzada por Sielva, en el minuto 58, estuvo a punto de acabar en gol al igual que el remate posterior de Martos, que salió por encima del larguero cuando más volcado estaba el Huesca sobre la portería de Soriano.
La segunda parte con los cambios y el calor por el esfuerzo y el calor que hizo que se viera poco fútbol con el Huesca precipitado en busca del gol que le metiera en el partido, dominando y acercándose a la puerta del Tenerife que se limitó a conservar el resultado favorable que tenía y que no quería dejar escapar.