Las denuncias por el secuestro de los dos trabajadores de la central no son las primeras. En el mes de octubre, Ucrania también ha acusado a Rusia del secuestro del director general adjunto y el propio director general
La compañía nuclear ucraniana Energoatom ha denunciado este martes el supuesto secuestro de dos trabajadores de la central de Zaporiyia que habría sido llevado a cabo por Rusia el día anterior.
Según la empresa, el 17 de octubre, «terroristas nucleares rusos» detuvieron al jefe del servicio de tecnología de la central, Oleg Kostyukov, y al subdirector general de la central, Oleg Osheka. El comunicado publicado en Telegram subraya que desconocen tanto el estado como el paradero de estas dos personas.
En ese mismo texto, la empresa reclama al director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, así como a toda la comunidad internacional que intensifiquen «todos los esfuerzos» para lograr la liberación de estas dos personas y puedan regresar a sus puestos de trabajo.
Denuncias previas
No es la primera vez que Ucrania denuncia a Rusia por estas supuestas prácticas. En este último mes, también han lanzado acusaciones por el secuestro del director general adjunto de la central nuclear, Valeri Martiniuk, y del director general, Igor Murashov, liberado el 3 de octubre, pocos días después de su detención.
La noticia se conoce poco después de que el propio Grossi destacara que ambos países han manifestado su intención de establecer una zona de seguridad en torno a la central nuclear de Zaporiyia, uno de los principales escenarios en los que se dirime esta guerra desde que el presidente ruso, Vladimir Putin, anunciara el inicio de lo que ha bautizado como «operación especial».
La central de Zaporiyia, la planta nuclear más grande de Europa, está bajo control ruso desde el pasado 4 de marzo. Uno y otro bando se acusan de lanzar ataques sobre los alrededores y de poner en riesgo la seguridad de la región. A finales de agosto dio comienzo una misión especial del OIEA para conocer el estado de las instalaciones y sus trabajadores.
Continúa la ofensiva rusa sobre Ucrania
La Policía Nacional de Ucrania dispararon este lunes a un enjambre de drones suicida que atacaron este lunes Kiev, con el objetivo de derribarlos. Así, de los 43 envíados por Rusia, consiguieron interceptar 37, quedando por el suelo fragmentos de los dispositivos.
Horas después de este ataque, que se cobró la vida de al menos cuatro personas, los ucranianos protestaban frente a la embajada iraní en Kyiv, exigiendo que Irán deje de vender esta clase de drones a Rusia.
Frente a ello, la Unión Europea se reúne para discutir si Teherán suministra estos dispositivos a Rusia. En caso afirmativo, advierten de nuevas sanciones para Irán, si bien el gobierno de éste lo niega.
«No estamos en ningún lado de la guerra entre Rusia y Ucrania», declaran. «No hemos exportado ningún arma, e Irán se opone a la guerra y a hecho sus intentos de poner fin a la guerra militar».
Sin embargo, Estados Unidos asegura que Teherán miente, y que ese suministro de drones violaría una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.