Este proyecto con Inteligencia Artificial (IA) permite crear un gemelo digital sobre el que se pueden realizar hipótesis sin poner en riesgo al paciente y mejorar diagnósticos médicos, tratamientos farmacológicos o personalizar prótesis
La Inteligencia Artificial (IA) lleva más de 70 años desarrollándose como disciplina y en las últimas décadas su contribución a la Medicina ha sido crucial. En Canarias hay varios ejemplos. Uno de ellos es una herramienta que permite crear un gemelo digital del paciente para predecir su evolución clínica, un proyecto del Hospital Insular de Gran Canaria.
Una combinación de gráficos, números y letras forman parte de un programa informático que aglutina datos reales de pacientes para crear un gemelo digital. Una réplica virtual sobre la que se pueden realizar hipótesis sin poner en riesgo al paciente.
Sergio Celada, ingeniero e investigador de la ULPGC explica que «con esos datos de los pacientes reales, podemos determinar con una alta precisión la situación del paciente, es decir, si el paciente va a estar los dos o tres días posteriores en UCI o en planta».
Por su parte, Guillermo Pérez, médico intensivista del Hospital Insular de Gran Canaria afirma que lo que se extrae «es una información crucial porque no solo es la evolución clínica del paciente sino a nivel de gestión».
Lo que empezó como un trabajo de fin de máster ahora es una herramienta de premio en la categoría de Big Data e Inteligencia Artificial. Se empezó a aplicar en pacientes covid, pero se puede extender a otras enfermedades y otros departamentos de la red sanitaria.
En esta línea, Mario Hernández, catedrático de Ciencias de la Computación de ULPGC pone de ejemplo «la medicina diagnóstica», determinar «la prevalencia de cierto tipo de enfermedades en determinadas áreas».
Otras aplicaciones en Medicina
En oftalmología, por ejemplo, la IA permite agilizar cribados y detectar patologías a través de una imagen del ojo.
Cayetano Guerra, profesor de Informática y Sistemas de la ULPGC asegura que en este caso, «en lugar de estar un oftalmólogo haciendo la revisión una por una, el prorgrama lo que hacía era detectar si existía o no la patología» y así realizar su trabajo bastante más rápido.
Otro ejemplo es la cátedra de Neurociencia Computacional que ha puesto en marcha la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria para conocer el origen del Alzhéimer.