El Departamento de Estado de Estados Unidos ha emitido un comunicado en el que condena la decisión del tribunal de Moscú, al igual que el ministro de Exteriores de Reino Unido, Dominic Raab
Un tribunal de Moscú ha declarado este miércoles de organización extremista a la Fundación para la Lucha contra la Corrupción (FBK), la ONG fundada por el opositor Alexei Navalni, que también ha sido catalogada como agente extranjero, por lo que queda prohibida su actividad dentro de Rusia.
Además de la FBK, el tribunal ha impuesto las mismas medidas restrictivas a otra de las ONG vinculadas con Navalni, la Fundación para la Defensa de los Derechos Ciudadanos (FZPG), la cual ha sido calificada como agente extranjero, así como al resto de oficinas que el opositor tiene desplegadas por algunas regiones del país.
A finales del pasado mes de abril, las autoridades rusas incluyeron las oficinas regionales de Navalni –Shtabi Navalnogo– dentro de su lista de organizaciones extremistas, coincidiendo con el cierre de la mayoría de ellas para evitar cualquier futura persecución judicial contra sus trabajadores.
«La decisión debe cumplirse inmediatamente en lo que respecta a la suspensión de las actividades de estas organizaciones mencionadas», ha informado la agencia rusa de noticias Sputnik, haciéndose eco del departamento de prensa del tribunal.
Juicio a puerta cerrada
Durante el juicio, celebrado a puerta cerrada después de que algunos de los documentos del sumario fueran clasificados como secretos, la acusación ha señalado que estas organizaciones vinculadas a Navalni pretende desestabilizar la situación social y política de Rusia, a través de un escenario de «revolución de colores».
Por su parte, la defensa del FBK ha adelantado que apelará la decisión del tribunal. La Fiscalía ha venido denunciado a esta organización y a la FZPG de promover la desestabilización de los valores constitucionales, en el marco de una creciente represión sobre el entorno de Navalni, que ingresó en prisión tras recuperarse en el extranjero de un envenenamiento sufrido en agosto de 2020.
Seguidamente a la noticia, Navalni ha compartido un mensaje a través de la red social Instagram en la que ha asegurado que continuará «con sus objetivos e ideas» y ha pedido apoyo para esto.
«No somos un nombre, ni un papel ni una oficina. Somos un grupo de personas que unimos y organizamos a los ciudadanos de Rusia que están en contra de la corrupción, por tribunales justos e igualdad de todos ante la ley», ha dicho Navalni, así como ha asegurado que «hay millones» de personas como los que trabajan por el objetivo de su organización y que «mientras estén» no se retirará de sus objetivos e ideas.
Condena de Estados Unidos y Reino Unido
Pocas horas después, el Departamento de Estado de Estados Unidos ha emitido un comunicado en el que condena la decisión del tribunal de Moscú, al igual que el ministro de Exteriores de Reino Unido, Dominic Raab, quien ha realizado una escueta declaración a través de un comunicado.
Estados Unidos ha expresado que «esta designación pone a los miembros del personal, voluntarios y miles de simpatizantes en toda Rusia en riesgo de enjuiciamiento penal y encarcelamiento por ejercer los Derechos Humanos fundamentales garantizados por la Constitución rusa».
En este sentido, ha aclarado que la decisión «restringe aún más la capacidad de los candidatos de la oposición para aparecer su derecho a ser votados en las próximas elecciones de septiembre».
«Con esta acción, Rusia ha criminalizado efectivamente a uno de los pocos movimientos políticos independientes que quedan en el país», ha sentenciado el portavoz del Departamento estadounidense, Ned Price.
Asimismo, ha calificado de «particularmente inquietante» la decisión y han asegurado que es una muestra «de la creciente represión del Gobierno ruso contra la oposición política, la sociedad civil y los medios independientes».
Tras este mensaje, Estados Unidos ha reiterado la petición de liberación de Navalni, quien aseguran desde Washington, está «encarcelado por motivos políticamente inventados», y ha instado al cese «del abuso de las designaciones de ‘extremismo’ para atacar a las organizaciones no violentas». Desde el Departamento, han puesto como ejemplo la designación en 2017 de los Testigos de Jehová como organización «extremista».
«El pueblo ruso, como todas las personas, tiene derecho a hablar libremente, formar asociaciones pacíficas con fines comunes, ejercer la libertad religiosa y hacer que se escuche su voz en elecciones libres y justas», ha zanjado Price.
Por su parte, Raab, ha tildado de «perversa» y «kafkiana» la decisión del tribunal ruso. «Es otro ataque al estilo Kafka contra quienes se oponen a la corrupción y luchan por sociedades abiertas así como es un intento deliberado de ilegalizar efectivamente la oposición política», ha sentenciado según recoge un comunicado del Gobierno de Reino Unido.