Los técnicos del Cabildo recomiendan eliminar todo tipo de material inflamable de los hogares para poder prevenir los posibles incendios forestales
Los vecinos de las medianías y las cumbres de Gran Canaria se preparan para los posibles incendios en verano siguiendo las recomendaciones del Cabildo insular.
Es una realidad indiscutible; el medio rural canario tiene que convivir con grandes incendios forestales y ahí entra en juego la prevención. Una de las acciones fundamentales consiste en podar la vegetación cercana a puertas y ventanas. Así se podría evitar que el fuego entrase en la vivienda.
«Cualquier cosa inflamable tiene que estar fuera de la casa. Los primeros quince metros alrededor de la casa tienen que ser lo menos inflamables posibles», apunta el técnico forestal de Cabildo de Gran Canaria, Dídac Díaz.
En el caso de Javier, vecino de Gran Canaria, elimina las hojas secas y separa el mobiliario de madera. Es consciente de que si hay un incendio la casa estaría en peligro. «La gente ha dejado de cultivar y los campos de tierra se empiezan a cerrar de maleza», señala Javier.
Por su parte, los técnicos recuerdan que no hay que pedir autorización para limpiar salvo que existan árboles silvestres y que habría que evitar los canalones de PVC, donde se acumulan las pavesas, así como enterrar las tuberías de riego.