Ha pasado medio siglo y sigue sin conocerse qué fue lo que realmente ocurrió en este suceso
El 17 de enero de 1975, se producía el robo de las joyas de la Virgen del Pino, en la Basílica de Nuestra Señora del Pino en Teror (Gran Canaria). Un hecho del que hoy todavía se habla. Esta no fue ni la primera ni la última vez que se produjo, pero este robo de joyas, hace 50 años después sigue grabado en la memoria colectiva.
Poco se sabe de este crimen, que se producía al anochecer, mientras el municipio de Teror, sufría un apagón. Ese momento era aprovechado por un grupo de ladrones, que entraba a la Basílica para robar las joyas de la patrona de la diócesis de Canarias. Meses antes del robo, el valor de las joyas se había cuantificado en 14 millones de pesetas.
Una de las joyas robadas había sido la emblemática esmeralda «Rana de la Virgen». Una pieza que si no se lucía debía ser entregada a la Virgen de la Candelaria.
Se especuló que la iglesia estaba implicada
Una de sus especulaciones populares, es que la propia iglesia estuvo implicada en este hecho. Algo que los sacerdotes del momento entendieron como una ofensa dolorosa.
Sin embargo, la investigación apenas duró seis meses, quedando sobreseída el 25 de junio de 1975 y archivada 5 días más tarde.