Tres asociaciones de víctimas por abusos en la infancia expresan su indignación al obispo de Tenerife por permitir que un sacerdote acusado de pederastia siguiera ejerciendo
En una carta abierta, la Asociación Nacional Infancia Robada (ANIR), la Asociación de Víctimas de Navarra (AVA) y la Asociación contra los Abusos en la Infancia Lulacris han pedido al obispo de Tenerife que rinda cuentas por, según las asociaciones, permitir que un sacerdote denunciado por pederastia y pedofilia siguiera ejerciendo su labor.
Tal como expresan en su carta, el sacerdote C. H. G. de su diócesis siguió ejerciendo como tal después de que fuera denunciado por pederastia y pedofilia en el año 2004, en el pueblo de Tejina. Dichas asociaciones consideran que arrepentirse y pedir perdón no es suficiente y que es necesario corregir la gestión.
Propuestas de reparación
Las asociaciones firmantes han propuesto la puesta en marcha de acciones que demuestren su compromiso con el bienestar de todas las víctimas. En especial para su sanación y rehabilitación, así como con la restauración de su dignidad.
Por ello piden que mediante la colaboración con los poderes públicos en los planes de reparación que se establezcan. El obispado acompañe y defienda a los supervivientes, incluyendo la disposición de servicios relacionados con la salud mental, la orientación jurídica y la indemnización económica que proceda por el daño sufrido.
A su vez, consideran importante que el clero y la comunidad eclesial reciban formación obligatoria en la prevención de la violencia y abuso sexual. Finalmente, además de pedir la renuncia del obispo, han pedido que se garanticen los recursos para denunciar estas actuaciones funcionen y cumplan su finalidad.