Un vuelo hacia Alicante tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia el Francia porque un grupo de pasajeros borrachos comenzaron una violenta pelea
Lo que debía ser un trayecto rutinario entre Londres y Alicante terminó con una parada imprevista en Francia. Un avión de Ryanair se vio forzado a desviarse al aeropuerto de Toulouse-Blagnac el pasado viernes, 26 de septiembre, después de que un grupo de pasajeros ebrios, que viajaban celebrando una despedida de soltero, desencadenara un altercado violento a bordo.

Desde antes del despegue
Según relató a la prensa británica una de las pasajeras, Tania Nichols, la tensión comenzó antes del despegue. Varios de los hombres se levantaban de sus asientos sin permiso, cambiaban de lugar a su antojo y hacían caso omiso a las indicaciones de seguridad. Uno de ellos incluso intentó besar a una pasajera y escupían en los asientos.
Entre los más conflictivos se encontraba un joven de 30 años, que había consumido drogas y cervezas antes de embarcar. Nada más subir al avión, comenzó a increpar a otros viajeros, llegó a pedir matrimonio a una azafata.
Ya en pleno vuelo, los implicados abrieron botellas de alcohol adquiridas en el duty free y el ambiente se volvió cada vez más hostil. Testigos describen insultos a gritos, gestos obscenos y, finalmente, un enfrentamiento físico que acabó con empujones, cabezazos y ropa rota. Incluso una pasajera llegó a recibir un golpe en la trifulca.
Aterrizaje en Toulouse
Ante la escalada de la situación, el comandante tomó la decisión de aterrizar en Toulouse, donde la policía esperaba en pista. Varios agentes subieron a la aeronave y retiraron a los alborotadores entre forcejeos y protestas.
Tras la detención de los implicados, el avión pudo retomar su ruta hacia Alicante.
En un comunicado posterior, Ryanair confirmó el incidente y subrayó su política de tolerancia cero hacia conductas disruptivas. “La seguridad de nuestros clientes y empleados es nuestra máxima prioridad”, recalcó la aerolínea.