Uno de los regalos más esperados por los trabajadores también se ha visto afectado por la inflación
Ya sea un regalo por parte de la empresa, el premio de un sorteo en un establecimiento o un regalo a familiares o amigos, la cesta de Navidad es un indispensable en estas fechas. Es tradicional presente es algo de lo que tampoco nos privamos a pesar de que han subido casi un 10% este año. Aunque se podría haber esperado lo contrario sus ventas no han bajado, sino que se han incrementado.
Aunque con muchas variantes, no sólo en lo que alimentación se refiere, la cesta clásica es la que se impone. Siempre presentes los productos autóctonos como el Ron, entre otras bebidas, junto a los turrones, polvorones, chocolates y fiambres. Siendo la última moda el Panettone Italiano.
La actual inflación alimentaria, que deja en muchos casos precios por encima del 10%, se nota también en la cesta de Navidad. Por ello ante la subida de precio, los consumidores han optado por seguir haciendo el mismo número de pedidos, pero reduciendo el importe y por tanto tamaño de tan codiciado regalo. Aunque con una cesta, que tiene un coste medio de 30 euros, nos garantizan que no tendremos que comprar nada para nuestra casa.
Una cesta que no siempre fue en navidad
Tras la pandemia, las cestas y lotes de navidad han salido fortalecidos, a pesar de los vaivenes de la economía española. Aunque la veamos como algo de nuestro tiempo, y algo muy arraigado a nuestro país, el origen de esta tradición navideña se remonta a nuestros orígenes romanos. Se trata de la tradición conocida como «sportula», consistente en que el patrón entregaba un cesto con comida a sus trabajadores. Es por ello que podemos ser optimista y pensar que aún le quedan muchos años a esta conocida tradición.