El presidente del Poder Judicial, Carlos Lesmes, ha tildado de «insostenible» la no renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), por lo que ha pedido a «las fuerzas políticas concernidas» que saquen a la institución de la «lucha partidista»
El presidente del Poder Judicial, Carlos Lesmes, ha tildado de «insostenible» la no renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), por lo que ha pedido a «las fuerzas políticas concernidas» que saquen a la institución de la «lucha partidista» y actúen con «patriotismo constitucional» para alcanzar un acuerdo en las próximas semanas.
En su discurso durante el acto de apertura del Año Judicial, que ha presidido el rey Felipe VI, Lesmes ha recordado «que la justificación de la necesaria renovación del Consejo no resulta del cambio de composición de las Cámaras, como algunos sostienen, sino exclusivamente de la finalización del plazo del mandato establecido en la Constitución».
«Y esta obligación es extensible a las fuerzas políticas allí representadas (Congreso y Senado), sin que un deber que dimana de la propia Constitución pueda subordinarse en cuanto a su cumplimiento a razones de oportunidad política, cualesquiera que estas sean, pues no hay mejor forma de defender la Constitución que procurando su cumplimiento», ha añadido el presidente del CGPJ y del Supremo.
Independencia judicial
El presidente del CGPJ ha criticado los argumentos que se dieron para defender los indultos a los condenados por el «procés» y ha recalcado que la Justicia no es ni ha sido nunca un «obstáculo para la paz» ni actúa por «revancha» o por «rencor».
Lesmes ha hecho esta defensa de la independencia judicial en su discurso, en el que ha lamentado que desde la política se cuestione la labor de la Justicia cuando sus decisiones «se contraponen a sus designios, dificultan sus estrategias o, simplemente, no son de su agrado”.
El Presidente ha hecho expresa mención a esa medida de gracia aplicada este verano a los condenados por el proceso de independencia de Cataluña y a los argumentos que se esgrimieron para justificarla desde el Ejecutivo, que contrapuso «la concordia frente al resentimiento».
«Como si la acción de la Justicia al aplicar la ley a la que todos nos debemos fuese un obstáculo para la convivencia u obedeciera a razones distintas de las previstas en las normas», ha advertido Lesmes, quien ha rebatido que esa visión no tiene nada que ver con la realidad.
Porque -ha dicho- los jueces actúan «con independencia absoluta de influencias externas o internas, políticas o de cualquier otra índole» y su acción «no se corresponde en modo alguno con la idea de revancha o con el sentimiento de rencor».
«Juzgar es dar a cada uno lo suyo de acuerdo con las leyes, leyes que han sido democráticamente aprobadas y que, por tanto, expresan la voluntad de la mayoría”, ha afirmado antes de recordar que la Justicia «no es, ni ha sido nunca, un obstáculo para la paz, sino el instrumento fundamental para salvaguardar el orden jurídico y, por ende, la convivencia pacífica entre los ciudadanos».
Lesmes ha defendido en concreto el trabajo del Tribunal Supremo, autor de la sentencia de la causa de «procés», y «su defensa del orden constitucional y de nuestra democracia, garantizando la supremacía de las leyes y su cumplimiento».