Este verano más de 1.200 camas de hospital cerrarán en España, pero en Canarias y Ceuta se mantienen al cien por cien
El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha alertado este lunes sobre el cierre de 10.258 camas de hospital durante junio, julio, agosto y septiembre. Esto, afirman, «provocará» el incremento de las listas de espera y una peor atención en el sistema sanitario español, lo que puede dar lugar al empeoramiento del estado de salud de algunas personas. No obstante, ha precisado que tanto Canarias como Ceuta quedarán al margen de estos cierres.

Abrir en verano para reducir listas de espera
«La posibilidad de aprovechar el periodo estival para reducir las listas de espera ha vuelto a ser descartada por las administraciones que priman el bienestar de sus cuentas antes que el bienestar de las personas», ha manifestado el sindicato.
Según datos de SATSE, Andalucía cerrará al menos 2.200 camas. En Madrid, 1.539 camas (con información de ocho hospitales). En Cataluña, 1.300. En la Comunidad Valenciana, 910. En Aragón y Galicia está previsto el cierre de 700 camas cada uno. En País Vasco se cerrarán 619. En Extremadura se prevé dejar de usar 500. Castilla-La Mancha cerrará 373 camas, Asturias, 370, Murcia, 317 y Castilla y León contará con 250 camas menos. Cantabria hará lo propio con 164 y en Navarra habrá 146 camas menos disponibles. Baleares cerrará 116 camas y La Rioja cerrará 54.
Aunque la cifra total de cierres es inferior a la de 2024 (se cerraron 10.463 camas, aunque sin datos de Madrid), se trata de una tendencia creciente. Y es que en 2023 se cerraron 9.809 camas, y en 2022 fueron 8.594 camas. En 2021, se cerraron 9.632 camas.
Esta situación, junto con la suspensión de consultas, pruebas e intervenciones quirúrgicas, se da en todos los servicios de salud para «ahorrar costes sin importar las consecuencias negativas», asegura el sindicato. Unas consecuencias que insisten que sufrirán tanto los pacientes como los pacientes sanitarios.

Falta de personal
SATSE señala que los cierres de camas se producen por el hecho de que los hospitales no cuentan con el personal suficiente para sustituir de forma conveniente a los profesionales que se van de vacaciones en verano o que causan baja por enfermedad, accidente laboral o cualquier otra incidencia.
Por otro lado, el sindicato denuncia que las enfermeras tendrán que trabajar «por dos» para poder cubrir las vacantes surgidas por las vacaciones. Estiman que el porcentaje de enfermeras que no se sustituye en verano llega hasta el 40 o 50 por ciento en algunas comunidades autónomas. Esto, dicen, provoca un aumento de la sobrecarga de trabajo en unas plantillas «ya insuficientes» durante el resto del año.
La falta de profesionales también obliga a las enfermeras a ser «desplazadas» a otras unidades o servicios, lo que provoca una peor calidad en la atención que se proporciona a los pacientes. Al mismo tiempo, las enfermeras sufren un «incremento» del estrés, del agotamiento laboral y otros problemas de salud.
Por último, destacan que se trata de una situación «especialmente grave» en las zonas que reciben una gran afluencia de turismo, llegando a multiplicarse «por dos o tres» su población. Con ello, la sobrecarga y tensión asistencial en sus centros sanitarios.