La exempleada seguirá en libertad a condición de que no cometa delitos durante tres años y pague la correspondiente indemnización
La exempleada de una cadena de alimentación en Tenerife ha aceptado la pena de seis meses de cárcel y devolución a la empresa de casi 21.000 euros de los que se apropió.
La procesada seguirá en libertad a condición de que no cometa un delito durante tres años y pague la indemnización.
En principio, la Fiscalía pedía siete años de cárcel, pero accedió a rebajarla una vez que la procesada admitió su culpa.
Cobraba suministros a nombre de la empresa
La trabajadora prestaba sus servicios como agente comercial para la entidad y para tales fines se le proporcionaba un vehículo con una tarjeta de gasolina, un móvil, una tablet y un catálogo de productos.
Según el Ministerio Público, la encausada aprovechando sus funciones comerciales actuaba con distintos clientes a los que cobraba los suministros que les proporcionaba en nombre de la entidad, a la que no llegaban los pagos.
En un momento dado el departamento de contabilidad detectó una serie de facturas y albaranes que aparecían como abonados cuando en realidad no constaba ni su cobro ni tampoco su ingreso en las cuentas de la empresa.
Facturas no contabilizadas por valor de 21.300 euros
Las gestiones siempre corrieron a cargo de la acusada por lo que se le notificó la incidencia con el listado de las facturas no contabilizadas, para cuyo cálculo se utilizó un programa informático que identificó a la procesada.
Tras hacer las correspondientes comprobaciones se fijó en casi 21.300 euros las cantidades que aparecían como “pagadas”, pero que la procesada habría hecho suyas.


