Varios colectivos medioambientales han presentado una denuncia conjunta ante la Fiscalía de Medio Ambiente de Santa Cruz de Tenerife por la construcción del proyecto «Cuna del Alma» en Adeje. Un documento en el que han trabajado expertos, y donde piden la paralización cautelar de las obras para analizar en profundidad la zona
La Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN) y Salvar el puertito han presentado una denuncia en la Agencia Canaria de Protección del Medio Natural y ante la Fiscalía Provincial de Santa Cruz de Tenerife en la que solicita la paralización cautelar de las obras de Cuna del Alma, en el Puertito de Adeje.
La denuncia se dirige contra diez personas, entre empresarios, arquitectos e ingenieros, por la presunta comisión de los delitos relativos a la ordenación del territorio y el urbanismo, la protección del patrimonio histórico y el medio ambiente (artículos 319, 320, 323 del Código Penal); contra los recursos naturales y el medio ambiente y relativos a la protección de la fauna y flora.
También contra el alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga, y al resto de concejales firmantes del acuerdo de aprobación del proyecto de urbanización (pleno municipal de 21 de diciembre de 2021) por presunta prevaricación administrativa.
Y contra los autores de la memoria ambiental que posibilitó la aprobación de este plan urbanístico, por un presunto delito de falsedad en documento público.
«Lo urgente es pedir una paralización cautelar inmediata de las obras lo antes posible, porque lo que no puede ser es que un grupo de personas tenga que estar impidiendo físicamente delitos contra el medio ambiente», apunta uno de los voluntarios de Salvar el puertito.
Delitos contra el patrimonio histórico
En su escrito, ATAN denuncia supuestos delitos contra el patrimonio histórico, primero por la ocultación de bienes protegibles ante las administraciones autonómicas e insular durante los trámites de consulta para la aprobación de la revisión del Plan General de Adeje, aportando unos informes ambientales incompletos sin referencia a los elementos patrimoniales existentes en el lugar.
Luego, en la fase de obras, por la «destrucción intencionada» de yacimientos arqueológicos, algunos ya identificados en la fase de evaluación de patrimonio previa al inicio de las obras.
Se denuncian además supuestos delitos sobre la ordenación del territorio y el urbanismo, contra el medio ambiente, fauna, flora y hábitats naturales protegidos.
En el proceso de evaluación ambiental, sostiene ATAN, los redactores de la memoria ambiental siguieron el mismo ‘modus operandi’ que el llevado a cabo en los estudios arqueológicos, es decir, «la ocultación de información relevante en materia medioambiental, en este caso, fauna, flora y hábitats protegidos».
Y con el mismo «ánimo presuntamente delictivo», que era eludir cualquier limitación para que pudiera suponer para el desarrollo urbanístico la existencia de flora, fauna y hábitats protegidos, esgrime la asociación ecologista.
«Se omiten diez especies de flora protegida»
ATAN indica que dicho documento contiene «más de 30 irregularidades«, entre las que destaca el hecho de que «no aparece un listado formal de flora existente en el ámbito de planeamiento urbanístico y se omiten diez especies de flora protegida que se encuentran en la zona, entre ellas la viborina triste, que cuenta con el estatus de protección más alto de todas estas especies vegetales protegidas allí presentes».
«Se ha estado hasta el momento destruyendo ejemplares de estas especies sin autorización, en algunos casos de manera alevosa por parte del personal de obra, como ya es conocido a través de vídeos en redes sociales», señala ATAN en el comunicado.
Tampoco existe un listado faunístico de las especies presentes en la zona, y la evaluación de impacto y medidas correctoras de las obras de la Cuna del Alma sobre algunas de las pocas especies amenazadas mencionadas en la memoria ambiental es «técnicamente insuficiente», agrega.
No se menciona, en esta línea, la presencia de las dos especies de aves catalogadas en peligro de extinción.
Además, en la memoria ambiental «se valora arbitrariamente con un estado de conservación bajo del tabaibal-cardonal (5330, hábitat de interés comunitario) para justificar la urbanización, cuando la realidad es que el estado del ecosistema es favorable en todos los parámetros que marca la Directiva Hábitat».
Amenaza a la conservación de las especies
A juicio de los autores de la memoria ambiental, las amenazas a la conservación existentes en la actualidad, como un «campismo-chabolismo descontrolado» o la presencia de especies invasoras, todas ellas reversibles, «justificaría la urbanización de todo el sector, llegando afirmar que las consecuencias para el ecosistema serían positivas».
«Así es como, desde un punto de vista técnico, a todas luces acientífico, se ha fraguado el argumentario mediático de la justificación de este futuro plan urbanístico», apunta ATAN.
Aparte de todo lo anterior, «se niegan afecciones ambientales al medio marino colindante, un espacio protegido a nivel europeo bajo la figura de la Zona de Especial Conservación ‘Franja marina Teno-Rasca’, sin justificación técnica».
Y «se pasaron por alto» las determinaciones de la Ley de Biodiversidad/2007 y Directiva Hábitats/CE/92, que obliga a la evaluación ambiental de planes y proyectos con afección directa o indirecta a espacios Red Natura 2000.
«Intervención agresiva»
«Estamos hablando de 3.600 camas turísticas contempladas por el plan urbanístico, con miles de nuevos usuarios que utilizarán la bahía del Puertito como zona recreativa«, hace hincapié ATAN.
También se denuncia, en lo relativo a la ordenación del territorio y terrenos afectados por la Ley de Costas, «una intervención agresiva» en la franja de servidumbre de protección, con cerca de 16.000 metros cuadrados destinados a usos comerciales, nocturnos o de restauración.
Abunda en que las densidades de ocupación y las alturas proyectadas «no se ajustan a los requerimientos autorizables para una servidumbre de protección, cuya función por ley es la de amortiguamiento y salvaguarda de los bienes inalienables del dominio público marítimo-terrestre«.
La demanda presentada por ATAN también pivota en «la ausencia de un proceso de evaluación ambiental riguroso«, como dispone la Ley de Evaluación Ambiental/2013, en vigor antes del comienzo de la tramitación de esta revisión del sector 6 del Plan General de Adeje.
La defensa jurídica de ATAN «se ha asegurado con un sólido respaldo de pruebas gráficas y técnicas para cada uno de los delitos denunciados», indica en el comunicado.
Y concluye señalando que la solicitud de medidas cautelares de paralización de obras de Cuna del alma es «para evitar que se sigan consumando estos hechos delictivos, o lo que es lo mismo, la destrucción de nuestra naturaleza y patrimonio cultural».