Según las estadísticas, una de cada seis personas sufrirá un ictus a lo largo de su vida y el tiempo de respuesta es vital para evitar las consecuencias más graves
Un ictus es un accidente vascular que se produce por la rotura de alguna de las arterias que lleva la sangre al cerebro. También es conocido como trombosis o infarto cerebral, ya que puede provocar graves efectos en el funcionamiento del cerebro y la muerte casi inmediata.
Esta dolencia, que se produce en el mundo cada seis minutos, es la mayor causa de discapacidad a nivel global y mata cada 14 minutos a una persona.
Durante 2021, se registraron un total de 2.360 ingresos hospitalarios por ictus en Canarias, distribuidos de manera homogénea entre ambos sexos. La edad media de los pacientes atendidos durante el pasado año fue de 71 años.
Es muy importante saber responder ante la sospecha de que alguien está sufriendo un ictus porque es primordial hacerlo en el menor tiempo posible. Algunos de sus síntomas son la pérdida repentina de fuerza o sensibilidad en un lado del cuerpo, la alteración del habla, la pérdida o distorsión de la visión o la desviación de la comisura bucal.
Los expertos señalan que lo primero que se debe hacer es llamar al número de emergencias, el 112 en Canarias, y nunca abandonar al afectado. Además, apuntan que es mejor no recostarle, sino mantenerlo en una posición semi-incorporada, hablarle con calma y hacerle saber que la ayuda está en camino.
Las estadísticas señalan que una de cada seis personas sufrirá un ictus a lo largo de su vida, por lo que adoptar hábitos de vida saludable, podría ayudar a prevenirlo.