La mujer tendrá que devolver 122.275 euros a sus cinco hijastros y pagar una multa de 1.600 euros
La Audiencia de Santa Cruz de Tenerife condenó este jueves a una mujer a dos años de prisión, a devolver 122.275 euros a sus cinco hijastros y a pagar una multa de 1.600 euros por haber sustraído esta cantidad mientras su marido estaba ingresado en un centro en fase terminal.
La víctima murió poco después, y la procesada, quien se había casado con el fallecido en 1998 bajo el régimen de separación de bienes, se incluyó en el testamento que él otorgó en 2016. En dicho testamento, el fallecido instituyó como herederos universales a sus cinco hijos del primer matrimonio y asignó a su esposa un tercio de los bienes.
A partir de abril de 2022, el fallecido otorgó un poder especial a favor de la procesada, con amplias facultades de administración y disposición, previendo que, debido al avance de su enfermedad, en el futuro podría necesitar mayor apoyo y, por lo tanto, volverse más dependiente.
Veredicto
Según la sentencia, la esposa comenzó a sacar dinero de las cuentas hasta sumar los mencionados 122.275 euros por lo que, en caso de no haber fallecido, el hombre habría quedado en una situación económica que le hubiese impedido hacer frente a todos los pagos y en detrimento de los herederos.
La treintena de extracciones realizadas desde finales de mayo hasta que el marido falleció el 30 de julio oscilaron entre 1.000 a 12.000 euros y, además, la mujer percibió una paga mensual de 850 euros que cobró hasta en cuatro ocasiones.
La Sala da por probado que la esposa se aprovechó de la situación de debilidad en la que se encontraba su marido, de más de 80 años, para apropiarse de dinero mediante transferencias desde la cuenta del fallecido a la suya propia, sin que el hombre se viera beneficiado de forma alguna.
De hecho, la sentencia indica que fue cuando su marido se encontraba en peores condiciones de salud, con un importante deterioro cognitivo e, incluso, durante el período en el que ingresó en cuidados paliativos, cuando se realizaron las extracciones de mayor cuantía.
Declaración de los hijos
En el juicio, los hijos declararon que, tras el fallecimiento de su padre, descubrieron que en las cuentas bancarias solo quedaban 6.000 euros. Posteriormente, solicitaron un extracto bancario, en el que se reflejaba que, después de otorgar el poder, la acusada había retirado más de 100.000 euros.
Según aseguraron los herederos, la víctima había dicho que no quería que su esposa «manejara» su dinero y, por ello, tenían cuentas independientes, se acordó separación de bienes y le había puesto un dinero mensual que ella misma se incrementó e incluso atribuyó pagas dobles.
La condenada justificó este dinero porque su marido le otorgó el poder, a fin de que hiciera reformas en la casa para cuando mejorara y saliera del hospital, pero sólo pudo aportar un documento en el que se le otorgaba 850 euros para una obra en la azotea.
