Un antes y un después tras el incendio de La Palma

Lina Brendle, una de las vecinas desalojadas por el incendio, ha perdido por completo su vivienda a raíz de la propagación de las llamas

RTVC.

La velocidad con la que comenzó la propagación del incendio de La Palma obligó a los servicios de emergencia a actuar con rapidez. Más de 4.000 personas de Tijarafe y el municipio de Puntagorda fueron evacuadas de sus hogares; la mayoría apenas tuvo tiempo para pensar.

A partir del pasado domingo, las autoridades comenzaron a reabrir los accesos en algunas de las zonas afectadas. Esta decisión ha permitido que las personas desalojadas regresen a sus hogares de forma escalonada. Sin embargo, el incendio ha supuesto un antes y un después en la vida de muchos de los vecinos de la isla. Al sur de la carreta LP-1, y a poco más de 500 metros del (todavía por confirmar) núcleo del fuego, Lina Brendle representa a uno de los casos desafortunados.

Ella tuvo que abandonar la vivienda durante las primeras horas del viernes porque las llamas rondaban a escasos metros de la casa. Lina asegura que la situación «fue un infierno, estaba sola y me sentía impotente. Mi padre no estaba en la isla y yo no tenía a nadie. Luego vinieron vecinos y amigos a ayudar, pero no apareció ningún bombero».

Un antes y un después tras el incendio de La Palma
La vivienda de Lina Brendle tras el incendio de La Palma

La casa de Lina acabó completamente destruida. «Hay que demolerla, no se puede hacer nada ni dentro y fuera», reconoce con tristeza la joven.

Durante la madrugada del lunes, las condiciones meteorológicas han sido favorables para los efectivos. En estos momentos, el incendio permanece activo en tres frentes de La Palma: El Reventón, Cruz del Llano y el Parque Nacional de La Caldera de Taburiente.

Un total de 530 profesionales trabajan sin cesar por la extinción del incendio.

LP-1 abierta en horario de 6:30 a 22:30

Vídeo RTVC / Informa: May Navarro

Alfonso Vallestero, otro de los vecinos de la zona, vivió un momento de mucha angustia durante la madrugada del viernes. «Fuimos de las primeras casas, el fuego vino con mucha intensidad y no había nada que hacer», recuerda.

Tanto el interior como el interior de su vivienda quedó destruida al completo. La casa está construida en distintas zonas, pero la parte más antigua tiene más de 100 años. Cogieron todo lo que pudieron, salvaron a los animales, pero lamenta no haber podido salvar prácticamente nada.

«Afortunadamente estábamos despiertos. Mi mujer olió a quemado y, cuando salimos, vimos la gravedad del incendio. Sabíamos que iba a llegar, pero no pensamos que fuese a hacerlo tan rápido», afirma.

De cara al futuro, Vallestero y su familia afrontan las próximas semanas con esperanza e ilusión

La LP-1 permanecerá abierta a los vecinos en horario de 6:30 a 22:30.

RTVC.

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